martes, 30 de septiembre de 2008

Mitologia Griega

Bueno ahora les voy a compartir una literatura muy rica en todos sus aspectos. La mitologia griega, la conocí en el colegio y la verdad que me encanto. Voy a poner muchisimo sobre esto para empezar, estaria bueno que lo leamos (me incluyo porque no lo leí todo), ya que es sorprendente como los griegos armaban una explicación para todo y muy bien echa. Vamos a empezar desde el principio para entender que es la mitologia, para luego ver breves descripciones de los dioses e historias mas destacadas de esta hermosa civilización.

¿QUÉ ES LA MITOLOGÍA?

La mitología es aquella ciencia que se encarga del estudio e interpretación del mito. Un mito puede ser
considerado desde múltiples puntos de vista, pero, por lo que aquí respecta, puede decirse que trata la
vida y hazañas de los dioses, semidioses y héroes de la antigüedad pagana. La narración mítica cuenta,
además, el origen del mundo, de los hombres o los animales, así como ciertas actividades, por lo que casi
todas las culturas cuentan con mitos adheridos a sus ideologías más profundas. Los mitos son
considerados en la mayoría de los casos dentro de las concepciones religiosas puesto que se refieren a
tiempos y situaciones anteriores a los actuales y de carácter extraordinario, en los que pueden darse
procesos sobrenaturales. En cualquier caso, puesto que tratan aspectos totalizadores, pueden iluminar
muchos aspectos de la vida cultural e individual de cada sociedad, y, de hecho, son tratados desde muchas
disciplinas de la ciencia moderna.

El origen de la mitología es encuadrado dentro de las civilizaciones egipcia, fenicia y babilonia, que
dieron lugar, tanto a este fenómeno como a muchas otras formas de comportamiento y componentes
culturales del mundo actualmente conocido. Según algunas teorías, el inicio del culto a dioses formadores
posteriormente de hechos mitológicos se produjo hacia el año 2000 a. de C. cuando el rey de Babilonia
Nino obligó a sus súbditos a rendir culto y ofrecer regalos a una estatua de Belo, padre de Nino y a quien
se divinizó. Esta hecho fue considerado tanto por los babilonios y por los ciudadanos de otros imperios
como una costumbre que detonaba buen gusto y refinamiento cultural. A partir de entonces, se
divinizaron múltiples personajes, no sólo por sus buenas aptitudes sino también como un ejemplo
supremo de una determinada forma de actuar, lo que permitió la existencia de dioses negativos.

Esta corriente fue llevada a sus límites más creativos por el pueblo griego, que, incapaz de aceptar la
sencillez de las cosas, exageró todo aquello que conocía convirtiéndolo en artificial, sobrenatural y
admirable. Así, los jinetes fueron centauros, las bellas jóvenes, ninfas, los pastores, faunos o sátiros los
héroes militares, semidioses. Una mujer que había perdido a su esposo y que pasaba los días llorando era
convertida en una fuente de eterno manar. Un gran barco era transformado en un dragón alado.

Queda claro, pues, que la mitología es un tejido de fábulas y mitos falaces pero cuya utilidad puede llegar
a ser amplia. Gracias a la mitología podemos explicar las obras de grandes maestros de la pintura.
Además, ésta se convierte en una demostración de hasta que punto puede llegar la inteligencia humana en
la creación de historias que pretenden ser una explicación racional del mundo que nos rodea pero que no
hace más que desorientarnos. En cualquier caso, la mitología siempre fue un eficaz y valioso medio para
esconder preceptos excelentes y reglas de conducta a través de las alegorías.

A pesar de todo lo anterior, nunca debe olvidarse que no todos los mitos resultan falaces o inciertos, de
hecho, algunos mitos no son más que interpretaciones históricas un tanto desvirtuadas, y otros se han
obtenido de fuentes, que, en algunos casos, son consideradas tremendamente verídicas, como puedan ser
el Antiguo Testamento u otros textos sagrados. En cualquier caso, el debate sobre la relación entre mito y
verdad se mantiene en la actualidad. Ya, incluso en la antigua Grecia, algunos filósofos discutieron el
valor del mito para garantizar el conocimiento de la realidad circundante y ensalzaron el valor de la razón
como único método de alcanzar dicho conocimiento. A veces, sin embargo, estos mismos filósofos
utilizaron los mitos como alegorías para explicar sus teorías o como fuente de inspiración literaria o
artística, aspecto este último con un valor muy importante a lo largo de la historia, sobre todo durante el
Renacimiento o Barroco, cuando los temas mitológicos en las actividades pictóricas fueron
preponderantes. No todos los sabios de la Antigüedad creían en la verdad de las fábulas mitológicas pero
no les fue posible la lucha abierta frente a ellas. Quienes lo intentaron sufrieron incluso la muerte, como
Sócrates, defensor de la existencia de un solo dios. La mitología clásica fue, finalmente, invalidada por el
cristianismo, quien se arrogó el poder de destruir todas las ignorancias y supersticiones del mundo clásico
bajo el prisma de la única divinidad y el acompañamiento de la Biblia. Sin embargo, mucho hay de mito
en el antiguo testamento.

La mitología clásica es una de las más importantes de toda la historia de la humanidad pues constituye el
fundamento de muchos de los rasgos culturales del mundo occidental, y sobre todo, de un país
eminentemente latino como España. Su conocimiento es indispensable para el entendimiento de muchas
obras artísticas, como ya se ha reiterado, pero es también el único método posible para alcanzar el claro
entendimiento de la literatura clásica y de todas las influencias que ésta ha tenido.


EL ORIGEN DEL MUNDO

Según las antiguas teorías griegas en el origen de todas las cosas se encuentra el Caos. Éste no era más
que una naturaleza informe en la que todos los elementos estaban desperdigados en profunda confusión
actuando de forma irregular a conforme se supone que les correspondía. Así, el sol no iluminaba, la luna
no salía por las noches y el mar no tenía riberas. El frío y el calor, la sequía y la humedad, lo pesado y lo
ligero, todo chocaba entre sí hasta que por fin, un dios, indeterminado, puso fin a toda esa situación.

Entonces, se separaron el cielo, la tierra y las aguas y el aire más puro se diferenció del denso. Este dios
permitió la creación de todo lo existente y ordenó a los árboles cubrirse de hojas, a las montañas crecer, a
los ríos y fuentes manar agua, a los pájaros volar.... Una vez creado el mundo y aparecido el hombre los
dioses velaron por el mantenimiento de toda esta riqueza y por la vida humana. Según teorías anteriores,
el Caos, entendido de forma personificada dio lugar a la creación de la Noche y del Erebo, el profundo
abismo donde se encuentra la muerte y donde después reinó HADES / PLUTÓN. La Noche y el Erebo
dieron lugar a la aparición del Amor cuyos hijos fueron la Luz y el Día, permitiendo a Caos crear el cielo
estrellado y la tierra a los que personificó como GAYA / TIERRA y URANO, el cielo. En cualquier caso,
las dos teorías coinciden en que GAYA y URANO fueron los primeros dioses del universo.

A ambos les fue arrebatado el poder por CRONOS, hijo de URANO, y posteriormente ZEUS se asentó en
el trono del mundo, constituyéndose la corte del Olimpo, y apareciendo la gran profusión de dioses que
hoy conocemos. Sobre la llegada al poder de Cronos y Zeus véase CRONOS

Mientras todo esto ocurría se fueron sucediendo en el mundo griego diferentes épocas. Tras la subida al
trono de Zeus se inició una época feliz conocida como Edad de Oro. Entonces no existían leyes escritas,
ni jueces o tribunales, y la justicia era respetada de forma innata por todos los hombres, que vivían en paz,
abundancia y concordia, sin necesidad de trabajar, pues la tierra manaba todos los frutos necesarios por sí
solo. Además, el mundo vivía una eterna primavera. Sin embargo, esta época duró poco y apareció la
Edad de Plata, en la que aparecieron las estaciones, con sus fríos inviernos y sus tórridos veranos y se
hizo necesario trabajar duramente la tierra para poder obtener algún fruto con el que alimentarse. Todo
ello provocó la desdicha del ser humano y la aparición de su carácter violento, que dio lugar a la Edad de
Bronce, donde los hombres eran feroces y codiciosos y provocaban guerras para conseguir lo que
anhelaron. El carácter de la Edad de Bronce se tornó más duro ya en la Edad de Hierro cuando
desapareció totalmente la buena fe del mundo e imperaron la traición y la violencia. La vida pasó a ser
una sucesión de sufrimientos y fechorías y la discordia se interpuso entre hermanos, padres e hijos,
abandonando la diosa de la justicia el mundo.


GRANDES DIOSES DEL OLIMPO

Las divinidades griegas se encontraban clasificadas en dioses superiores, dioses inferiores y héroes o
semidioses como ya se ha podido observar en la página principal de Tesalia. Uno de los dioses principales
más importantes fue Cronos / Saturno quien contó entre sus hijos a toda la nueva generación de
divinidades que habitarían en el Olimpo. De estas dos generaciones primigenias es de lo que se habla en
esta sección. De los 24 grandes dioses existentes, sólo doce podían participar en la toma conjunta de
decisiones aunque la mayoría formaban parte de la corte celestial: el Olimpo. Éste es una montaña de

2.917 m de altitud, la más elevada de Grecia que se encuentra situada en la frontera de Tesalia y
Macedonia, cerca del mar Egeo. En la cima se encontraban los palacios de los dioses, construidos por
Hefesto, dios de la metalurgia, cuya entrada era una puerta de nubes protegida por las diosas conocidas
como las Estaciones. Los posteriores escritores griegos trasladaron el hogar de estas deidades a una
región celestial libre de nieve y tormentas y llena de luz.
DIOSES SUPERIORES PRIMIGENIOS

· CRONOS / SATURNO
· GAYA O GEA / TIERRA
· REA / CIBELES U OPS
· URANO O EL CIELO
DIOSES SUPERIORES DEL OLIMPO

· AFRODITA / VENUS
· APOLO / FEBO
· ARES / MARTE
· ÁRTEMIS O ARTEMISA / DIANA
· ATENEA / MINERVA
· DÉMETER / CERES
· DIONISIO / BACO
· EOS / AURORA
· HADES / PLUTÓN
· HEFESTO / VULCANO
· HERA / JUNO
· HERMES / MERCURIO
· HESTIA / VESTA
· / JANO
· LAS MUSAS
· LAS PARCAS O LAS MOIRAS
· POSEIDÓN / NEPTUNO
· TEMIS / LA JUSTICIA
· ZEUS / JÚPITER

AFRODITA / VENUS: era la diosa del amor y de la belleza, equivalente a la Venus romana. Según
Homero era hija de ZEUS y de Dione pero en otras leyendas se afirma que, como su nombre indica, nació
brotando de la espuma del mar al derramarse sobre ella las gotas de sangre que CRONOS le provocó a
URANO. Abordó la isla de Citérea donde la admiración que todos sentían por su belleza le permitió
llegar al Olimpo transportada en un magnífico carro. Afrodita fue la mujer de HEFESTO, a quien ZEUS
le había concedido su mano en agradecimiento por haber inventado el rayo con el que había matado a los
gigantes. Pero Afrodita no quería rendirse a un herrero cojo, rudo, feo y desagradable por lo que tuvo
muchos amantes, entre ellos ARES. También luchó con PERSÉFONE, reina del mundo subterráneo, por
el amor del hermoso joven griego Adonis. La leyenda más famosa sobre Afrodita quizá sea
probablemente la que narre las vicisitudes de Paris para elegir a la mujer más bella del mundo. EROS,
más conocido como Cupido, fue hijo suyo y la acompañaba durante la mayoría del tiempo, al igual que
las tres GRACIAS: Áglae, Talía y Eufrosina. También iba a su lado el hermano gemelo de EROS llamado
ANTEROS. Afrodita es representada en un carro arrastrado por palomos, cisnes o pájaros con una corona
de rosas y mirto que circunda sus cabellos rubios. Sobre peripecias de Afrodita véase EL JUICIO DE
PARIS y EROS / CUPIDO y EL SALTO DE LA ISLA DE LÉUCADE.


APOLO / FEBO: era hijo de ZEUS y de Leto que a su vez era hija de un titán. Tenía varios oráculos,

destacando sobre todo el de Delfos por lo que estaba considerado el dios de la profecía. Además, otorgaba

este don a todos aquellos humanos a los que

apreciaba, como Casandra. Existen algunos mitos

que convierten a Apolo en despiadado y cruel

como cuando provocó la conversión en árbol de la

ninfa Dafne, de quien se enamoró por culpa de una

flecha de EROS; atacó a Agamenón con flechas

pestilentes para obtener la liberación de la hija del

sacerdote Crises o cuando abandonó a su hijo fruto

de la violación a la que había sometido a Creusa.

Mató a Pitón, la temible y legendaria serpiente que

guardaba un santuario en las montañas del Parnaso

y con su piel cubrió el trípode en el que se sentaba

la sacerdotisa de Delfos. Sin embargo, Apolo

también tuvo que sufrir muchas desgracias: ZEUS

mató a su hijo ASCLEPIO y Apolo en venganza

mató a los Cíclopes que forjaron el rayo con el que

ZEUS asesinó a su hijo pero le supuso una condena

a vagar errante por el mundo de los mortales,

sufriendo sus mismos percances, y teniendo que

trabajar para subsistir en tareas tales como pastor

de los rebaños de ADMETO, rey de Tesalia. Apolo

era joven, bello, majestuoso y con agradable voz

pero sufrió mucho en la búsqueda del amor de una

mujer. Coronis, Deífobo, Casandra y muchas otras

le despreciaron como también otro personaje,

Marsias, se jactaba de su pobre talento. El mejor

amigo de Apolo fue JACINTO, un joven que tuvo una desgraciada muerte. Apolo conducía el carro del

Sol, por lo que se le consideró el dios del Sol e incluso se le tomó por el sol mismo. Era un gran músico y
un gran atleta, convirtiéndose en defensor de los muchachos
mientras que su hermana gemela ÁRTEMIS lo era de las
muchachas. Además promovió el arte de la medicina entre los
humanos y era el dios de la agricultura, la ganadería, la luz y la
verdad, puestos que cubrió después de su largo destierro y su
vuelta al Olimpo, por permiso de ZEUS. Apolo, también dios de
la poesía, era acompañado a menudo por las MUSAS, a quienes
instruía en las artes. Entre los hijos de Apolo se encuentran EOS,
ASCLEPIO, la maga CIRCE, Lino y Faetón, que perdió su vida
de forma trágica. Apolo es representado como un joven imberbe,
con una lira, y ceñida la frente con una corona de laurel. Siempre
recorre los cielos en un carro dorado tirado por cuatro caballos
blancos. Sobre vicisitudes de Apolo véase JACINTO,
ASCLEPIO y HERMES.



ARES / MARTE: sus padres eran ZEUS y HERA y fue educado por uno de los titanes en las artes del
ejercicio corporal y de la danza. El nacimiento de Ares supuso la alteración de las normas de guerra en el
mundo pues se empezó a utilizar el hierro para crear espadas y escudos y se determinaron normas precisas
para el ataque y la defensa. Su vida estuvo marcada por su lucha contra los gigantes, pues, a pesar de su
bravura, estuvo apresado durante quince meses por los hijos de Aloos hasta que HERMES le liberó.
Cuando llegó al Olimpo, AFRODITA quedó prendada de su belleza y coraje y su ego se veía crecido
cuando el vencedor de miles de ejércitos se postraba a sus
pies. Sin embargo, HEFESTO, esposo de AFRODITA, se
quejó a ZEUS y Ares fue expulsado del Olimpo,
protagonizando diversas hazañas por el mundo de los
mortales como en la Guerra de Troya o cuando asesinó a
Alirrocio, hijo de POSEIDÓN, porque sometía a duros
ultrajes a su hija Alcipa. POSEIDÓN le hizo comparecer
ante un tribunal ateniense pero su elocuencia y sencillez le
dio la inocencia y desde entonces dicho tribunal fue llamado
Aerópago. Ares era representado como un hombre joven y
fuerte montado en un gran carro con fogosos corceles y con
una lanza y un escudo en sus manos, además de un gallo a
sus pies. Entre sus compañeras habituales estaban su
hermana ENIO / BELONA y la diosa de la discordia ERIS.



ÁRTEMIS O ARTEMISA / DIANA: era la hermana gemela de APOLO y por lo tanto hija de ZEUS y
Leto. Controlaba a los dioses de la caza y los animales salvajes, sobre todo el oso y también era la diosa
de la naturaleza y de las cosechas. Además, se la consideraba diosa de la luminosidad lunar, por lo que
estaba muy ligada a SELENE. Debido a su dedicación al arte de la caza, llegó a decirse de ella acabó por
volverse insensible a las "delicadas inclinaciones propias de su sexo". Protegía la juventud femenina pero
durante la guerra de Troya impidió la salida de los barcos griegos hasta que no se le ofreció en sacrificio a
una joven, Ifigenia, que sin embargo, parece que fue rescatada en el
último momento por Artemisa. Iba armada con flechas con las que
castigaba a los que la ofendían y proporcionaba una muerte dulce a las
muchachas que fallecían en el parto. Artemisa rechazó a todos los
pretendientes que tuvo, entre ellos Endimión y Acteón, y por eso se le
dio el sobrenombre de casta. Ártemis portaba siempre un carcaj y un
arco y estaba acompañada de un jauría que tapaba sus desnudas
piernas. Suele llevar una media luna en la frente e ir vestida de
cazadora. Ártemis destacaba por ser mucho más alta que las ninfas que
la acompañaban.



ATENEA / MINERVA: Es una de las diosas más importantes de la mitología griega. Su padre fue ZEUS
y nació de su frente sin necesidad de pasar por la infancia, es decir, siendo ya adulta, cuando HEFESTO
abrió el cráneo de su rey para aliviar sus fuertes dolores de cabeza. Además, siempre fue virgen. Sus
atributos más habituales eran el escudo de ZEUS, así como su "égida" y su rayo y suele llevar un casco
coronado por un penacho o un gallo. Se la asocia a menudo con una lechuza, que ahora también es
símbolo de sabiduría. Atenea era diosa de las ciudades griegas, de la industria, de las artes, de la guerra y
posteriormente de la sabiduría. Atenea fue la defensora más firme, entre los dioses, del bando griego en la
guerra de Troya, pero sus habitantes le faltaron el respeto al dar cobijo en un altar secreto dedicado a
Atenea a la profetisa troyana Casandra, y, como castigo, unas tormentas provocadas por POSEIDÓN y
solicitadas por esta diosa destruyeron gran parte de la flota de Grecia. Atenea era también patrona del arte
de la agricultura y de las labores femeninas, especialmente del hilado y del tejido. Entre sus dones además
del olivo, están el arado, la flauta (aunque la tiró a un río porque le dañaba la boca y la fatigaba), la
domesticación de los animales, los barcos y los zapatos. Inventó la escritura, la pintura y el bordado.
Atenea se caracterizó por ser muy celosa de todas aquellas personas que intentaban igualar sus grandes
dotes y lanzaba toda su furia contra las personas que intentaban vencerla como MEDUSA, por sus
atractivos, o ARACNE, por su capacidad como tejedora. Era una de las diosas más aclamadas porque
había entregado el olivo al pueblo griego. El respeto que el pueblo le profesaba venía determinado a su
vez por su capacidad para alargar la vida de los hombres y las venturas que les otorgaba para después de
su muerte. La concesión del olivo es un capítulo especial de la vida de Atenea. Crecops acababa de
construir una ciudad en África y tanto Atenea como POSEIDÓN deseaban darle nombre. Los dioses del
Olimpo decidieron entonces que otorgarían este honor a aquel que inventara lo más útil para la ciudad.
POSEIDÓN hizo nacer el caballo, símbolo de la guerra, golpeando el suelo con su tridente y Atenea creó
el olivo, ganando el concurso. La ciudad entonces, se llamó Atenas. Atenea también es denominada a
veces Palas Atenea cuyo origen se remonta a la victoria de Atenea sobre el gigante Palas cuya piel
arrancó y que quiere significar la presencia en todas las guerras y combates de Atenea. Sobre las ideas de
superioridad de Atenea véase MEDUSA y ARACNE.


CRONOS / SATURNO: pertenece a la generación anterior a los dioses del Olimpo. Era uno de los doce
titanes y el hijo menor de URANO y de GEA, las personificaciones del cielo y de la tierra. Tuvo muchos
hijos. Los primeros fueron los tres Hecatonquiros, los monstruos de cien manos y cincuenta cabezas a
quienes URANO había apresado en un lugar secreto. GEA trató de rescatarlos y pidió ayuda a sus otros
hijos, incluidos los cíclopes pero sólo Cronos acudió en su ayuda venciendo a URANO y convirtiéndose
en el regidor del universo. A pesar de su victoria, Cronos necesitó el permiso de su hermano Titán,
primogénito de sus padres, para reinar. Y es que GEA adoraba a su hijo Cronos por lo que a fuerza de
muchos juegos, súplicas y caricias, consiguió que Titán cediese la corona a cambio de que Cronos matase
a toda su descendencia, de forma que algún día el poder recaería de nuevo en alguno de los titanes.
Cronos y su hermana la reina REA fueron los padres de la mitad de los dioses y diosas que formaron
originariamente el Olimpo. El final del poder de Cronos llegó con el nacimiento de ZEUS y su derrota
frente a él. El nacimiento de ZEUS es uno de los episodios más destacados y conocidos de la mitología
griega y ha sido muchas veces representado por el arte. Su padre temía ser destronado por uno de sus
hijos por lo que los devoraba cuando nacían. Sin embargo, REA, harta de tanta muerte, cuando nació
ZEUS envolvió una piedra entre pañales y eso fue lo que se comió Cronos. ZEUS creció en Creta siendo
amamantado por la cabra Amaltea y criado por unas ninfas. Para que sus llantos no llegasen a oídos de
Cronos, REA ideó que sus sacerdotes, los coribantes, atronaran el aire con el estrépito de sus címbalos,
cascabeles y danzas alrededor de la cuna. Cuando ZEUS creció obligó a Cronos a vomitar a sus hermanos
y la piedra. Así, ZEUS y sus cinco hermanos y hermanas ganaron la guerra que se originó frente a los
titanes que fueron expulsados a los abismos del Tártaro, en los más profundo del submundo. En esta
guerra ZEUS fue ayudado por los Hecatonquiros y los cíclopes, liberados de la prisión en la que Cronos
los había dejado. Desde entonces, ZEUS, POSEIDÓN y HADES se repartieron el dominio del mundo.
Otras versiones afirman que la existencia de ZEUS fue descubierta y que Titán culpó a Cronos de perjurio
declarándole una guerra y encerrándolo. Según esta otra leyenda, cuando ZEUS creció se apiadó de él y
logró vencer a Titán y dar el trono a su padre, pero Cronos seguía recelando contra ZEUS por lo que le
persiguió sin tregua, aunque sólo le valió para que ZEUS y sus hermanos se unieran frente a su malvado
padre, logrando así, el poder. Cronos, finalmente, se instaló en el Lacio, junto al amable rey JANO,
instruyendo al pueblo de éste en diversas artes. Cronos es imagen o símbolo del tiempo, por lo que se le
representa como un viejo descarnado, triste y seco que lleva en sus manos una hoz que indica que el
tiempo lo destruye todo. Además, posee un reloj de arena y está provisto de alas. El hecho de que engulla
a sus hijos también pone de relieve que el tiempo destruye todo lo existente incluso en el justo momento
de producirlo. Podría decirse, que Cronos es el dios del tiempo.


DIONISIO / BACO: Era el dios del vino y la vegetación, el cual enseñó a los mortales cómo cultivar la
vid y cómo hacer vino. Era bueno y amable con quienes lo honraban, pero llevaba la locura y la
destrucción a quienes lo despreciaban a él o a los rituales orgiásticos de su culto. Sus padres fueron ZEUS
y Sémele. HERA, la celosa mujer de ZEUS, cuando se dio cuenta de que su marido estaba locamente
enamorado de la princesa tebana, engañó a Sémele diciéndole que le pidiera a ZEUS que se mostrara en
su divina majestad. Obligado por la promesa hecha a Sémele de concederle sus deseos, ZEUS se apareció
ante la desdichada mujer en la plenitud de su gloria divina. Cuando ella se acercó a él, acabó carbonizada
por los rayos de luz que el dios irradiaba pero cuando Dionisio nació, la rescató del HADES y la trasladó
al Olimpo. De acuerdo con la tradición, Dionisio moría cada invierno y renacía en la primavera lo que
constituía un símbolo de la reencarnación de los muertos. Se casó con Ariadna, hija de Minos, rey de
Creta, a quien Teseo, su esposo, había abandonado, aunque también intentó conquistar a Erigona.
Dionisio era de natural benevolente aunque resultó muy duro con todos aquellos, que, como Las Mineidas

o Licurgo, se negaron a reconocerlo por dios o fueron ingratos a sus beneficios. En su honor se
celebraban muchos ritos cada vez que renacía, lo que sirvió de impulso al desarrollo de la dramaturgia
griega. Se le suele caracterizar de dos maneras: una como dios de la vegetación, específicamente de los
frutos de los árboles, que aparece representado a menudo en los vasos áticos con un cuerno con bebida y
racimos de uvas. La segunda caracterización del dios apunta a los misterios de una divinidad que
inspiraba cultos orgiásticos, de los que son ejemplo las ménades o bacantes. Este grupo de mujeres
abandonaba el hogar y vagaba por el desierto entrando en un estado de éxtasis en su devoción al dios.
Vestían pieles de cervatillo y se creía que poseían poderes ocultos. Dionisio iba vestido con pieles de
leopardo y solía llevar consigo copas de vino de las que obtenía la jovialidad que le caracteriza.

GAYA O GEA / TIERRA: era la personificación de la madre tierra e hija de CAOS, además de madre y
esposa de URANO. Ambos fueron los padres de las primeras criaturas vivas: los titanes, los cíclopes y los
gigantes, que fueron encerrados por URANO dado que eran aberrantes, aunque dejó libres a los titanes.
Gea se enfadó ante tal favoritismo y castró a URANO con cuya sangre hizo nacer otra raza de monstruos
y a las ERINIAS, las tres diosas vengadoras. Además, promovió que CRONOS, su hijo luchara frente a
URANO. Su último hijo y el más terrible, fue Tifón, aunque ZEUS le derrotó.


ZEUS / JÚPITER: era el dios del cielo y soberano de los dioses olímpicos, en definitiva, el dios
supremo. Se le consideraba también el padre de todos los dioses y los hombres aunque en el sentido de
protector y no de creador directo. Como se ha dicho era el señor del cielo y de la lluvia y el creador de las
nubes que controlaba con su temible rayo desde su trono dorado, una de las armas más poderosas del
Olimpo. Su arma principal era la égida que entregó a ATENEA, su ave era el águila y su árbol, el roble y
también la encina, ambos símbolos de fortaleza. A Zeus, o Júpiter como se le conocía en Roma, se le
dedicaron muchos templos entre los que destacan el
de Dódona y el de Olimpia, donde se celebraban
los juegos olímpicos que junto con los de Nemea
estaban dedicados en su honor. Los padres de Zeus
fueron el titán CRONOS y la titánida REA y tuvo
muchos hermanos importantes como POSEIDÓN,
HADES, HESTIA, DÉMETER y HERA. Los hijos
de Zeus son muy numerosos, fruto de sus múltiples
relaciones con diosas y mujeres mortales, a pesar
de su boda con su hermana HERA, y que dotan a
Zeus de un carácter lascivo que la iconografía
griega intentó evitar en algunos momentos de su
historia. Entre sus hijos cabe destacar a ARES, dios
de la guerra, HEBE, de la juventud, HEFESTO, del
fuego, ATENEA, de la sabiduría y las artes, o
ILITÍA, diosa del parto. Zeus alcanzó el poder del
mundo derrotando a su padre CRONOS pero, a su
vez, su gobierno fue disputado por los gigantes,
hombres de colosal tamaño, con cincuenta cabezas
y piernas y que era sus enemigos. Se organizó una
guerra entre los gigantes y los dioses del Olimpo y
los primeros lograron la supremacía durante mucho
tiempo, pero, con grandes esfuerzos, los dioses
abandonaron la guarida en Egipto a la que habían
huido, salvo DIONISIO, y con la ayuda de
Hércules (no el Hércules héroe que todos
conocemos) vencieron a los Gigantes. Sin
embargo, se abrió una época de crimen en el mundo en el que tiranos y reyes ejercían todo de tipo de
derechos, injustos para los demás, como Licaón y Zeus decidió enviar un diluvio que destruyó a la raza
humana salvo a Deucalión y a su mujer. Zeus es representado de forma majestuosa y sabia acompañado
de un águila con sus mismos rasgos. Sobre la llegada al poder de Zeus véase CRONOS. Sobre el diluvio
que envió a la tierra véase DEUCALIÓN Y PIRRA Sobre otros episodios importantes en los que
participó Zeus véase LA CAJA DE PANDORA y PROMETEO.


HERA / JUNO: pertenecía a la primera generación de dioses del Olimpo y era la mujer y la hermana de
ZEUS, hija de CRONOS y de REA. Hera desempeñaba el papel de reina de los dioses y era la diosa del
matrimonio y la protectora de las mujeres casadas. Estaba presente en todos los nacimientos y bodas, pero
a pesar del carácter festivo de esas celebraciones tenía una personalidad hosca, vengativa, terca y
despótica. Sus hijos fueron ARES, HEFESTO, HEBE e
ILITÍA. Era muy celosa y vengativa y perseguía a las
amantes y a los hijos habidos fuera del matrimonio de
ZEUS, gritándole con insistencia, de tal forma, que, el
malhumorado ZEUS la maltrataba e, incluso, llegó a atarla
a un yunque y dejarla colgada del cielo, pero HEFESTO,
verdugo de ella antes la liberó y la maldad de Hera
aumentó, persiguiendo a todas las amantes de ZEUS, y en
especial, a la ninfa Io. Tuvo un papel destacado en la
destrucción de Troya porque Paris no la eligió como la
más bella. También fue muy cruel con las Prétides,
quienes dijeron ser más bellas que ella, y recibieron como
castigo una manía que las hacía creerse vacas, mugiendo
en todos los lugares en los que se encontraban. Fueron
curadas por el experto médico Melampo, quien a cambio
obtuvo la mano de la más hermosa de ellas. Hera es
representada sentada en su trono con una diadema dorada
y un cetro o en un carro tirado por pavos, caso este en el
que la sigue IRIS, ejecutora de sus decisiones. Sobre la
elección de la más bella véase JUICIO DE PARIS. Sobre
la crueldad de Hera véase DIONISIO y ECO.



POSEIDÓN / NEPTUNO: sus padres fueron CRONOS y REA. Siendo joven intentó conspirar contra
ZEUS, por lo que éste le expulsó del Olimpo y le convirtió en simple mortal, momento que aprovechó
Poseidón para levantar enormes diques que contuvieran las olas que llegaban hasta Troya trabajando así a
las órdenes de Laomedonte. Poco tiempo después se reconcilió con ZEUS y trabajó incansablemente por
la ordenación del mundo submarino que le había sido confiado. En su búsqueda de esposa se fijó en
Anfitrite, hermosa ninfa hija del OCÉANO, pero ésta se negó a casarse con un ser que le resultaba
profundamente repugnante por mucho que Poseidón se mostrara amable y correcto. Sin embargo, la
tristeza de Poseidón fue resuelta por un jovial delfín que convenció a Anfitrite de la gloria y riquezas que
obtendría si se casaba con el dios del mar y ésta aceptó dando pronto a Poseidón a su hijo Tritón. En
cualquier caso, también fueron hijos suyos, el gigante Orión y el cíclope Polifemo, famosos por su
salvajismo y crueldad y que nacieron de sus aventuras con ninfas de fuentes y manantiales. Además, a su
relación con la górgona MEDUSA se debe la aparición de PEGASO, el famoso caballo alado. Poseidón
era dios del mar, pero también de los ríos, lagos y fuentes y de las islas que las rodeaban. De todas
formas, su poder llegaba a todos los confine de la tierra. Poseidón desempeña un papel importante en
muchos mitos griegos como cuando disputó con ATENEA el control de Atenas. También ayudó junto a
APOLO a construir la muralla de la ciudad de Troya en defensa del rey Laomedonte pero se negó a
pagarles el salario convenido y Poseidón envío a Troya un terrible monstruo marino que devastó la
ciudad, extendiendo su odio hasta la guerra de Troya, cuando se puso al lado de los griegos. Poseidón es
representado con barba y una figura majestuosa. Va acompañado de un tridente y a menudo también de
un delfín. Puede ir montado en un brioso carro tirado por extraños seres marinos y rodeado por los
tritones que anuncian su llegada con un instrumento musical de fuerte sonido. Sobre el control de Atenas
véase ATENEA.


HADES / PLUTÓN: era el dios de los muertos, hijo de CRONOS y de REA y hermano de ZEUS y
POSEIDÓN. Obtuvo el poder del mundo subterráneo después de que junto a sus hermanos se repartiera el
universo tras haber derrotado a su padre. Le correspondió la peor parte por ser el hermano menor de la
familia. Allí vivía de forma feroz y despiadada junto a Perséfone, raptada del mundo superior como única
forma de Hades de romper su celibato. Al contrario de lo que parece lógico, pues no había plegaria que le

aplacara, no era demasiado
maligno. El mundo de los
muertos también recibe el
nombre de Hades. Estaba divido
en dos regiones: Erebo, donde los
muertos entran en cuanto fallecen
y Tártaro, la región más
profunda, famosa por ser morada
eterna de los titanes. Era un lugar
tétrico, oscuro y funesto,
habitado de formas y sombras
incorpóreas y custodiado por
Cerbero, el perro de tres cabezas
y cola de dragón y que
HERACLES / HÉRCULES pudo
capturar. Había horrendos ríos
que separaban el Hades de la
tierra por los que se pasaba conducidos por el anciano Caronte. En algún lugar de toda ese tétrico mundo
se situaba el palacio del dios Hades, con muchas puertas, y lúgubres almas deambulantes. En los infiernos
se juzgaba la actuación de los muertos y se decidía su destino: el Elíseo para las buenas almas y el Tártaro
para las malvadas. La versión romana de Hades, Plutón, era más benigna porque se le consideraba el
dador de las riquezas del mundo. Sobre el rapto de Perséfone véase RAPTO DE PERSÉFONE.



HEFESTO / VULCANO: es uno de los dioses más problemáticos del Olimpo porque existen muy
diferentes versiones sobre su vida según la leyenda que se tome. Era el dios del fuego y de la metalurgia y
nació de ZEUS y HERA, quien lo echó del Olimpo por su deformidad, ya que era feo y cojo. Sin
embargo, otras leyendas afirman que su expulsión se debió a que se alió con HERA para derrocar a
ZEUS. En cualquier caso, tras su salida del Olimpo fue a parar a la isla de Lemnos demostrando que sus
grandes dotes técnicas resolvían su fealdad. A partir de arcilla creó a la primera mujer, que recibió por
nombre Pandora. Fabricaba productos de artesanía para los dioses como armaduras, armas y joyas y tenía
su taller bajo el volcán Etna, en Sicilia. En casi todas las leyendas volvía al Olimpo donde obtuvo el amor
de AFRODITA, que sin embargo, no le contentaba. Entonces, como modo de consolarlo, para resarcirle
de su salida del Olimpo y en pago a las grandes obras que había ejecutado y a los mucho materiales que
había inventado ZEUS le nombró dios del fuego. Entre sus principales obras se encuentran el collar que
regaló a Hermione, el cetro de Agamenón y los veinte trípodes de ruedas que se trasladaban por su propia
fuerza motriz al anfiteatro de los dioses. Los hijos de Hefesto fueron Crecops, Erictonio, que creó los
carros para ocultar la deformidad de sus piernas y el bandido Caco. Hefesto es representado como un
hombre feo, sucio, y sudoroso que se halla siempre trabajando en su fragua, con el pecho descubierto y la
barba desordenada. Sobre Pandora véase LA CAJA DE PANDORA.


REA / CIBELES U OPS: era conocida como la madre de los dioses al haber dado a luz a las divinidades
principales del Olimpo. Era una titánida hija de URANO y de GEA además de hermana y mujer del
temible CRONOS. La imagen que de ella se tenía era de una mujer lozana y fuerte que se solía encontrar
encima de un carro tirado por caballos. Cuando CRONOS fue arrojado del cielo por ZEUS, que consiguió
derrotarle, Rea le siguió. Las celebraciones que se desarrollaban en su honor eran de las más histriónicas
que se celebraban y se desarrollaron en memoria de Atis. Atis fue un pastor frigio al que Rea le tenía una
especial benevolencia, por lo que le encargó el control de su culto bajo la promesa de que jamás se
casaría. Sin embargo, cuando Atis se casó con Sangaride, Rea le castigó con la muerte de la ninfa y con
un conjuro que le obligaba a moverse sin parar y a autolesionarse con frenesí. Es uno de estos momentos,
Atis estuvo a punto de clavarse una espada lo que conmovió a Rea quien lo convirtió en un quieto pino.
Desde entonces dicho árbol está consagrado a Rea.


HERMES / MERCURIO: era hijo de ZEUS y de Maya, hija del titán Atlas. Nada más nacer se vio tan
fuerte y hermoso que henchido de orgullo le puso una zancadilla a EROS y le robó su carcaj. Animado
por las felicitaciones de los divertidos dioses robó en un momento la espada de ARES, el tridente de
POSEIDÓN, el ceñidor de AFRODITA y el cetro de ZEUS y a punto estuvo de robar también su rayo.
Cuando fue joven le robó el rebaño a su hermano APOLO pero se reconciliaron cuando Hermes le regaló
la lira que acababa de inventar. En cualquier caso, Hermes siempre negó haber robado nada. Ambos
vivían entonces como pastores en Tesalia pues habían sido expulsados del Olimpo por su mal
comportamiento. Recorrió el mundo buscando el éxito en todas las labores que hacía y fue considerado
por el pueblo dios de los atletas, de la sabiduría, de las artes, de la escritura, de los pastores y de muchas
otras cosas aunque nunca ocupó de forma completa ninguno de estos puestos pues muchas de las
actividades que él protegía tenían su propia deidad. Gracias a su sabiduría e inteligencia fue llamado de
nuevo al Olimpo. Su principal labor era la de ser mensajero de los dioses y ZEUS le concedió por sus
servicios un sombrero y sandalias aladas así como un caduceo de oro o varita mágica con serpientes
enrolladas y alas en la parte superior. También llevaba a las almas muertas al HADES o submundo. Era el
responsable de la buena suerte y de la abundancia pero no es muy aconsejable fiarse de él porque también
era un gran enemigo y muy mentiroso y era el dios de los ladrones. Hermes es pues el dios mensajero, y
también el dios de la elocuencia y de los comerciantes, además de dios de la enseñanza. Hermes es
representado como un hombre mozo y risueño con todo su cuerpo cubierto de simpáticas "alitas" y con un
caduceo, emblema de sus plenos poderes como ejecutor de las decisiones de ZEUS y símbolo de su
carácter conciliador. Sobre el robo del rebaño a Apolo véase BATO


EOS / LA AURORA: precedía el nacimiento del día pues era la mensajera del Sol. A menudo se la
representaba de forma similar a APOLO, montada sobre un carro con cuatro caballos blancos. Eos
utilizaba sus rosados dedos para abrir las puertas de oriente, esparcir el rocío entre las hojas o hacer
florecer las plantas. Morfeo, dios del sueño y las demás diosas de la noche huían ante su presencia. Eos se
enamoró de Titón, hijo de Laomedón y hermano de Príamo, y pidió a ZEUS que se le concediese la
inmortalidad pero se olvidó de solicitar también que Titón no envejeciera jamás. Así, con el paso del
tiempo Titón se convirtió en un anciano decrépito que llegó a necesitar cuidados de bebé durmiendo en
una cuna, de tal modo que prefería morir. Terminó siendo convertido en un saltamontes.


DÉMETER / CERES: sus padres fueron CRONOS y REA y recorrió muchos lugares en busca de su hija
Perséfone que había sido raptada por HADES. Démeter era la diosa de los granos y de la cosecha. A ella
estaban consagrados los ritos de los misterios de Eleusis cuya creación se debe a Triptolomeo.
Triptolomeo era el hijo de Celeo, rey de Eleusis, a quien Démeter había curado después de que su padre la
hubiese consolado en uno de sus muchos viajes por Ática,
y eso a pesar de que Démeter viajaba con apariencias
vulgares. En agradecimiento, Démeter curó a Triptolomeo,
como se ha dicho y quiso hacerle inmortal para lo que lo
amamantó y lo hizo dormir sobre carbones encendidos.
Debido a estas operaciones Triptolomeo creció robusto a
una gran velocidad y su madre quiso saber que hacía
Démeter con él para que creciera tan rápido. Una noche,
cuando observó cómo iba a dejarlo caer sobre el fuego, la
madre de Triptolomeo lanzó un grito, rompiendo el
hechizo. No pudiendo ya Démeter darle la inmortalidad al
joven Triptolomeo, le hizo maestro de agricultura y
después le dotó de un dragón alado con el que podría ir
por el mundo enseñando sus artes, siendo amado por todos
los hombres. En agradecimiento, Triptolomeo instituyó los
ritos de Eleusis consagrados como se ha dicho a Démeter,
al igual que las Tesmoforias. Se representa ordinariamente
a Démeter coronada de espigas, empuñando en sus manos
una antorcha o una amapola. En sacrificio se le suelen
ofrecer cerdos porque es un animal que retoza en el
campo. Sobre la desesperación de Démeter por su hija
véase RAPTO DE PERSÉFONE.



HESTIA / VESTA: era la diosa del hogar aunque debido a que en todos sus ritos y representaciones
había abundantes antorchas con fuego, se la considera también diosa de este elemento. Fue la primera hija
de CRONOS y de REA. Hestia es representada con una larga túnica y la cabeza cubierta por un velo. En
las manos sostiene una lámpara o una antorcha, pero también puede empuñar un dardo o llevar el cuerno
de la abundancia. La versión romana de esta diosa, Vesta, ha sido más famosa que su correspondiente
griega debido al culto que se le impartía, a través de las VESTALES, guardianas del fuego sagrado de sus
templos y que denotaba la perennidad del imperio. Tanto Hestia como Vesta aparecen en muy pocos
mitos. Véase LAS VESTALES


/ JANO: era el dios de las puertas y también de los comienzos, que según los romanos aseguraba buenos
finales. No tiene correspondencia con ningún dios griego. Jano era el rey más antiguo del Lacio, aunque
natural de Tesalia. Él mismo formó su propio imperio cuando refinó a los ciudadanos de orillas del Tíber,
dándoles ciudades, religión y leyes e inculcándoles el amor a la honestidad y la justicia. Cuando
CRONOS fue expulsado de su trono Jano le dio cobijo y a cambio recibió de éste la capacidad de conocer
el pasado, el presente y el futuro de todas las cosas. Jano se representa como un joven con varias caras, a
veces, incluso cuatro, y ostenta una llave en su mano izquierda, pues inventó las puertas, y un báculo en la
derecha para indicar que tenía el poder sobre las rutas y los caminos. Como dios de los comienzos, era el
primero en ser invocado en las ceremonias religiosas y también se le dedicó el primer mes en el
calendario romano: januarius. Sus templos servían para el desarrollo de ritos relacionados con el
comienzo y final de las guerras aunque también se solicitaba su ayuda en todas las tareas domésticas que
se pensasen realizar.


LAS MUSAS: eran nueve diosas hijas de ZEUS y de Mnemosine que protegían las artes, las ciencias y
las letras. Nacieron en la cumbre del Piero pero moraron sucesivamente por diversos territorios montadas
en PEGASO, aunque acudían a menudo al Olimpo porque ZEUS solicitaba sus actuaciones para
divertimento de todos los dioses. Debido a sus grandes capacidades hubo diversos intentos de dominarlas
y recluirlas, o incluso, vencerlas en capacidad artística. Lo primero fue intentado por Pireneo, rey de la
Fócida, quien cuando las Musas paseaban solas muy alejadas de sus moradas y en pleno vendaval les
ofreció asilo y cuando éstas aceptaron, las encerró en su palacio. Sin embargo, antes de que el tirano
pudiese consumar ninguna de sus fechorías, las nueve muchachas se proveyeron de alas y lograron
escapar, provocando la muerte de Pireneo mientras las perseguía. Por su parte, lo segundo fue intentado
por las Piérides, hijas de Piero, rey de Macedonia que apostaron diversos territorios con las Musas a que
serían mejores que ellas en el canto y la poesía. Las Piérides trataron sobre las luchas entre ZEUS y los
titanes pero sin ritmo, ni gracia, ni vida, ni concordancia. Las Musas, por su parte, trataron sobre el poder
de ZEUS y la desesperación de DÉMETER y en cuanto terminaron, las ninfas, que eran el jurado, le
dieron la victoria. Entonces, las hijas de Piero se abalanzaron sobre las ganadoras pero al momento se


convirtieron en urracas, conservando bajo esa forma su temperamento y charlatanería. Las Musas eran
representadas como muchachas jóvenes, bellas y sencillas, sentadas todas juntas en círculo bajo palmeras

o laureles. A menudo iban acompañadas de APOLO, que las dirigía, y también de las tres GRACIAS. Su
culto se celebraba sobre todo en el Helicón, Beocia y en Macedonia. Cada una de las nueve Musas estaba
especializada en un tema diferente. Calíope defendía la poesía heroica por lo que solía portar obras como
la Odisea, la Iliada o la Eneida. Clío presidía la historia y se encargaba de poner de relieve las grandes
hazañas del mundo. Melpómene inspiraba la tragedia e iba vestida como una sobria y gran actriz
dramática con una maza que indica que la tragedia es un arte difícil que exige un genio privilegiado y una
imaginación vigorosa. Talía iba caracterizada de forma equivalente a un payaso de la actualidad pues era
la musa de la comedia. Euturpe, siempre con su flauta, era, pues, la especializada en la música y se
relacionaba mucho con Terpsícore, diosa de la danza. Erato inspiraba la poesía lírica y amorosa por lo que
iba caracterizada como Eros en algunas ocasiones y con un laúd, instrumento que ella inventó y una
corona de rosas y mirto en otras. Polimnia, en actitud pensativa, defendía la poesía sagrada. Por último,
Urania, musa de la astronomía, iba acompañada de un globo terráqueo y de un compás para medirlo.

LAS PARCAS O LAS MOIRAS: eran tres diosas que determinaban la vida humana y el destino.
Algunas expertos no las consideran diosas sino las ejecutoras de las decisiones del dios Destino, hijo del
Caos y de NIX y que lleva en sus manos la urna fatal con la suerte de los mortales. Las Parcas, cuya
madre era TEMIS, fueron Cloto, Laquesis y Atropos y vivían en el HADES. Ellas asignaban a cada
persona una parte del bien y del mal que cargaría con ella, aunque el mal podía crecer por la torpe
actuación de cada persona. Son representadas como viejas severas o melancólicas doncellas pero siempre
estaban tejiendo con una pobre luz. Ninguna de sus decisiones podía ser revocada, ni siquiera por los
propios dioses, cuyo destino también quedaba marcado por ellas. Cloto era la más joven y llevaba consigo
telas e hilos de todas las clases y colores cuya tipología variaba según el destino de cada persona. Así las
de seda y oro eran para los hombres cuyo destino era la felicidad mientras que desgracia venía
simbolizada con la lana y el cáñamo. Laquesis era la que movía el artilugio en el que se enrollaban los
hilos que le daba Cloto, mientras que Atropos, la mayor, siempre atenta se encargaba, con unas tijeras
muy largas, de cortar el hilo de la vida de quien le placía, cuando quería y de improviso.


TEMIS / LA JUSTICIA: nació de la unión dada entre URANO y GEA y a su vez, fue madre de LAS
PARCAS y de Las Estaciones. Temis empuña una espada con una mano mientras que con la otra sostiene
una balanza y como ya es famoso, una venda le tapa los ojos, queriendo indicar que la justicia no entiende
de rango, riquezas o intereses particulares. Además, se la sitúa sobre un león para denotar que la justicia
debe estar acompañada de la fuerza. Vivió casi siempre en la tierra pero durante la edad de hierro, llena
del espanto que le causaron los grandes crímenes que se cometían se trasladó al cielo donde ocupó el
lugar del zodiaco llamado Virgo. Astrea, una de sus hijas, se toma muchas veces por la propia Temis pero
juntas forman una sola y única divinidad.


URANO O EL CIELO: fue el primero de los dioses existentes y se casó con GAYA, la tierra reinando
sobre él sobre todos los cielos. De ese matrimonio nacieron diversos hijos e hijas como REA, TEMIS,
Titán o CRONOS. Urano temía que el poder, genio y audacia de sus hijos pudiera volverse en su contra
por lo que los trató con dureza, los persiguió y los encerró en calabozos subterráneos. GAYA, sin
embargo, rompió sus temores acerca de Urano y liberó las cadenas de sus hijos, les dio armas y logró que
CRONOS arremetiese contra él, convirtiéndole en siervo y ocupando el trono del mundo. Urano nunca
fue objeto de culto entre los griegos del periodo histórico puesto que éstos veneraban a los dioses
olímpicos. Sobre la pérdida del poder de Urano véase CRONOS.


DIOSES INFERIORES

En esta sección se incluyen los dioses que eran considerados inferiores en el mundo clásico porque no
participaban de las decisiones más importantes del Olimpo, aunque se relacionaban con los dioses
habidos en éste. También están aquí algunos de los dioses más poderosos de la etapa anterior a los
olímpicos.

· ANTEROS
· ARISTEO
· CLORIS / FLORA
· COMO
· EOLO
· ENIO / BELONA
· ERIS / LA DISCORDIA
· LAS ERINIAS / LAS FURIAS O LAS EUMÉNIDES
· EROS / CUPIDO O EL AMOR
· FEME / LA FAMA
· GENIO
· LAS TRES GRACIAS O CÁRITES
· HEBE
· HÉCATE / TRIVIA
· HIMENEO
· HIPNOS / EL SUEÑO
· ILITÍA
· IRENE / LA PAZ
· NÉMESIS O ADRASTEA / LA VENGANZA
· NEREO
· NIKÉ / LA VICTORIA
· NIX / LA NOCHE
· LA OCASIÓN
· EL OCÉANO
· PAN
· PLUTO
· POMONA
· PRÍAPO
· SELENE
· TÁNATO / LA MUERTE
· TETIS
· TYCHE / LA FORTUNA

PAN: era el dios de los bosques, los campos y la fertilidad y, por extensión, de los pastores y de los
cabreros. Sus padres fueron HERMES y una ninfa y nació en la Arcadia. Pan era un ser mitad humano
mitad animal pues tenía los cuernos, las patas y las orejas de un macho cabrío lo que le confería una gran
robustez pero también una gran fealdad, razón ésta por la que era rechazado por todas las ninfas. Sus
lugares favoritos eran las montañas, las cuevas y los parajes agrestes. Era un músico excelente y
acompañaba a las ninfas por el bosque y los campos cuando éstas cantaban tocando su flauta. Dicha flauta
fue inventada cuando Pan persiguiendo a la ninfa Siringa la transformó en un lecho de cañas para que no
pudiera huir de él y con éstas creo un instrumento musical con las cañas de diferente tamaño. Recibe el
mismo nombre tanto en la mitología griega como latina.


LAS ERINIAS / LAS FURIAS O LAS EUMÉNIDES: eran las tres deidades vengadoras: Tisífone (la
vengadora del crimen), Megera (la de los celos), y Alecto (siempre encolerizada). Sus padres fueron GEA
y URANO. Vivían en el mundo inferior y por las noches subían al mundo de los vivos a vengarse
castigando todos los ultrajes de la sociedad humana como el perjurio, la falta de hospitalidad o los delitos
de sangre. Perseguían a los malvados hasta volverlos locos. Eran justas pero despiadadas y no valoraban
la existencia de atenuantes. Su aspecto era horrendo pues tenían el pelo formado por serpientes y de sus
ojos manaba sangre. Una de las leyendas más famosas sobre las Erinias tuvo lugar cuando Clitemnestra,
reina de Tébano fue asesinada por su hijo Orestes, en venganza porque ésta hubiera matado a Agamenón,
su marido. Orestes se vengó por orden de APOLO pero fue atormentado hasta que finalmente ATENEA
intercedió por él para que las Erinias aceptasen sus razones. Las Erinias y NÉMESIS no son la misma
deidad. Terminaron convirtiéndose en las protectoras de los suplicantes, las Euménides. Sobre la
diferencia entre las Erinias y Némesis véase NÉMESIS.


EROS / CUPIDO O EL AMOR: Eros era el dios del amor aunque en la actualidad se le conoce más con
su nombre romano Cupido. Al principio se decía que era hijo de CAOS y que encarnaba la armonía y la
creatividad pero luego se concibió como el hijo de AFRODITA y se le vio como un apasionado joven que
siempre estaba acompañado por Poto o HÍMERO (el deseo). Se le
representa como un joven alado, ligero, bello, con los ojos vendados y
con un arco de plata y flechas con los que iba enamorando a los dioses
y hombres con los que se topaba. Los romanos lo transformaron en un
niño pero con los mismos atributos que se dedicaba a hacer una
travesura tras otra alrededor de los dioses del Olimpo. Eros acababa de
nacer cuando ZEUS, conocedor de sus capacidades como seductor y
mentiroso, además de maligno, ordenó a AFRODITA que le hiciese
desaparecer. Ésta, le ocultó en lo más profundo de los bosques y fue
amamantado por leones y tigres. Cuando creció construyó un arco de
fresno y con madera de ciprés construyó sus peligrosas flechas
entrenándose con ella disparando a los animales. Uno de los episodios de amor más bellos de toda la
mitología clásica se dio entre Eros y PSIQUE, hija de un rey de Asia. Eros tenía un hermano gemelo:
ANTEROS. Sobre el amor con Psique, véase EROS Y PSIQUE.


PLUTO: era el dios de las riquezas. Era ciego por lo que no distinguía entre los buenos y los malos, los
cuerdos y los tontos y distribuía la riqueza de forma inconsciente. Pluto es representado como un anciano
con una bolsa en la mano que anda cojeando y se acerca lentamente pero que de pronto desaparece
volando, al igual que ocurre con las riquezas. En algunos casos se ha dejado a Pluto dentro de la categoría
de divinidades infernales y se le ha confundido con HADES, llamado Plutón por los romanos, porque los
materiales con los que se hacen las monedas se obtienen de las entrañas de la tierra.


PRÍAPO: era hijo de AFRODITA y de DIONISIO, o según otras versiones, de HERMES. Representa a
la deidad de la horticultura, de la fructificación, y, fundamentalmente, de la fertilidad. Protegía los
rebaños y jardines ya desde su nacimiento en Asia Menor. Príapo era un ser grotesco, con cuernos y
orejas de macho cabrío y que tenía un falo enorme y por eso era muy utilizado en los campos romanos
como espantapájaros.


HEBE: sus padres fueron ZEUS y HERA y cumplía la función de repartir néctar, ambrosía y otros
líquidos manjares entre los dioses cuando éstos se reunían en el Olimpo por invitación de ZEUS. Este
puesto le fue sustraído por el príncipe troyano Ganímedes debido a su boda con el famoso héroe
HERACLES / HÉRCULES que acababa de ser deificado. Otras versiones afirman que fue la torpeza de
Hebe y una caída lo que la apartó del puesto. Hebe era la diosa de la juventud y debido a que su madre
presidía todos los matrimonios se la consideraba el modelo a que toda mujer en edad de casarse debía
aspirar. Hebe es representada como una muchacha bella, sencilla y comedida.


ILITÍA: nació de los grandes reyes del Olimpo: ZEUS y HERA. Ilitía estaba considerada la diosa del
alumbramiento y ayudaba a todas las parturientas a pasar el trago de dar a luz. El puesto que ocupa Ilitía
ha sido muchas veces ocupado por otras deidades como HERA o PERSÉFONE, pero, en general, parece
que fue una diosa individual. Es representada de rodillas, postura adecuada para el parto, con una
antorcha en una mano, símbolo de luz y en relación con la expresión "dar a luz" mientras que con la otra
insinuaba un gesto de aliento.


ENIO / BELONA: era la diosa de la guerra, y por lo tanto, compañera inseparable de ARES, aunque no
está muy claro si era la hermana, la esposa o la hija de éste (en todo caso prima lo primero). Enio se
encargaba de preparar el carro que conducía a ARES a la guerra. Enio es representada como una mujer
fornida, que se encuentra en el centro del frente de combate, despeinada y luchando con todas sus fuerzas.
Suele llevar un látigo ensangrentado y enaltece el coraje de los soldados que la acompañan. Las fiestas
que se dedicaban en su honor eran preparadas por hombres que recurrían las ciudades corriendo, armados
con espadas o cuchillos con los que se autolesionaban. Cuando terminaban la gente corría detrás de ellos
porque se creía que sus respuestas eran como oráculos. Durante el Imperio Romano, el templo de Belona,
que se encontraba al lado del de MARTE, era el lugar de reunión de los senadores con los emisarios
extranjeros y allí se encontraba una columna en la que los feciales, sacerdotes militares, realizaban una
ceremonia de declaración de guerra. La compañera inseparable de Enio era la diosa de la discordia ERIS.


ERIS / LA DISCORDIA: era la diosa de la discordia, llamada también bajo esa denominación en Roma.
Eris fue desterrada del Olimpo a causa de los múltiples problemas que provocaba, promoviendo disputas
insólitas entre los dioses. Eris fue la culpable de que se iniciara la guerra de Troya al lanzar la manzana
que dio lugar al llamado JUICIO DE PARIS. Eris es representada con la cabeza cubierta de serpientes en
lugar de cabellos, con una antorcha en una mano y ostentando en la otra un puñal o una culebra. Sobre el
episodio de la manzana véase JUICIO DE PARIS.


EOLO: era el dios de los vientos, nieto de Hépotas, y vivía en la isla flotante de Eolia con sus seis hijos y
sus seis hijas. ZEUS le había dado el poder de aplacar y provocar los vientos y Eolo los tenía
encadenados en un antro profundo, donde los gobernaba con absoluto dominio, apresándolos o
liberándolos a su antojo con una actitud despótica, que, sin embargo, era muy necesaria porque todos los
vientos en libertad podrían provocar graves desastres en el cielo, la tierra y las aguas. Eolo era en gran
parte responsable del control de las tempestades, y los dioses, sabedores de ello, le imploraban su ayuda
como hizo HERA para impedir que Eneas desembarcase en Troya. También ayudó a Odiseo / Ulises que
lo visitó para solicitarle ayuda en sus expediciones. Eolo lo trató muy bien, y le dio un viento favorable,
además de un odre que contenía todos los vientos y que debía ser utilizado con cuidado. Sin embargo, la
tripulación de Odiseo, creyó que el odre contenía oro y lo abrió, provocando graves tempestades. La nave
terminó de nuevo en las costas de Eolia, pero el dios se negó a ayudarles de nuevo. Eolo es representado
empuñando un cetro como símbolo de su autoridad, y rodeado de turbulentos remolinos, los Vientos, cada
uno de los cuales era un dios.


COMO: era el dios de los banquetes, de la alegría y de las danzas nocturnas y no tenía ni templo ni
sacerdotes. Tampoco se sacrificaban animales en su honor pero sí se le invocaba al principio de todas las
comidas. Los que participaban en los festines que organizaba corrían enmascarados durante la noche a la
luz de las antorchas. Como es representado en forma de joven orondo y colorado, que casi no puede
sostener su cabeza. En una mano lleva un lanza de cazador mientras que con la otra sujeta una antorcha
invertida de forma descuidada. A menudo se relacionaba con DIONISIO y con Momo, dios de los chistes
y de las burlas.


NIX / LA NOCHE: era el hijo o la hija del CAOS, según se considere, y la madre de las PARCAS, de
HIPNOS, dios del sueño, y de TÁNATO, dios de la muerte, es decir, algunas de las deidades más
perversas del mundo griego. Nix es representada coronada de adormideras, envuelta en un velo negro con
estrellas y en actitud de recorrer los cielos, montada en un carro. Igual que a las ERINIAS y a las
MOIRAS se les consagraban ovejas negras y también gallos porque su canto perturba la calma de las
noches. También fue el padre y la madre de GEA.


ARISTEO: nació de la unión dada entre APOLO y la ninfa Cirene. Era venerado como divinidad
campestre protector de los cazadores, pastores y rebaños. Aristeo inventó el cultivo del olivo y la
apicultura, el método para obtener la miel del trabajo de las abejas. Su educación fue encomendada a las
ninfas que le enseñaron la forma de trabajar sobre diversas técnicas agrícolas. También fue educado en el
arte de la curación y las profecías. Aristeo también fue maestro de algunas de las capacidades de las
MUSAS. Un día que Aristeo perseguía a la bella ninfa Eurídice, mujer de Orfeo, ésta fue mordida en su
huida por una horrible serpiente que le causó la muerte. Los dioses superiores castigaron a Aristeo con
una enfermedad contagiosa que mató a todas sus abejas. Éste acudió entonces a lamentarse junto a su
madre asegurándole que de nada le servía ser hijo de APOLO pues todos los dioses se habían cebado
sobre su suerte y habían destruido todo lo que tenía y añadió: "¡Y tú eres mi madre...! Pues bien, destruye
por tu propia mano los árboles que planté (...) ya que el honor de un hijo tan poco te conmueve". Cirene
se emocionó ante sus palabras y lamentos y lo consoló pero dijo que no podía ayudarle y que sólo
obtendría algún buen consejo de manos del célebre adivino Proteo, que era hijo del Océano. Proteo se
negó a ayudarle en principio, pero finalmente le indicó que estaba siendo perseguido por una maldición
divina y que debía apaciguar las iras de las ninfas hermanas de Eurídice dedicándoles un altar y
consagrándoles diversos animales muertos. Aristeo así lo hizo y cuando al cabo de unos días volvió al
lugar donde había ejecutado las órdenes de Proteo encontró enormes enjambres de abejas que salían de
las entrañas de las bestias en putrefacción. La alegría de Aristeo fue inmensa. Tiempo después Aristeo se
casó con Autónoe, hija de Cadmo, de quien obtuvo a su primogénito Acteón, que murió de forma cruel.
Cuando alcanzó el final de sus días y después de vivir en diferentes residencias, DIONISIO le inició en el
arte de la organización de grandes banquetes y orgías. Aristeo es representado como un simple pastor con
un cordero a sus hombros.


ANTEROS: su madre fue AFRODITA y era el hermano gemelo de EROS, dios del amor. Anteros era el
dios del amor correspondido, como indica su propio nombre. Anteros es representado como un joven que
crece al encontrarse al lado de EROS y se convierte en un niño pequeño cuando no está en su compañía.


TYCHE / LA FORTUNA: la diosa omnipotente de la fortuna era hija de ZEUS. Dispensaba los bienes y
males, placeres y penas y riquezas y pobrezas de los seres humanos. Uno de los templos más famosos de
esta diosa se encontraba en Ancio. Estaba muy decorado y enriquecido con múltiples riquezas y ofrendas.
Se suponía que la estatua de Tyche respondía a las preguntas de los allí presentes con gestos o simples
afirmaciones y negaciones. Tyche es presentada con los ojos vendados y un cuerno de la abundancia en la
mano mientras que en otras ocasiones está sobre una bola o rueda que se mueve a gran velocidad.
También se la ha mostrado con alas e insignias de PLUTO o un timón.


NÉMESIS O ADRASTEA / LA VENGANZA: era hija de NIX. Némesis era la deidad vengadora y
ejecutora de la llamada justicia divina. Némesis no debe confundirse con las ERINIAS, las tres deidades
vengadoras. La diferencia entre ambas parece difusa aunque se puede considerar que las ERINIAS
vengaban todos aquellos actos criminales mediante el castigo de sus autores mientras que Némesis se
vengaba en nombre de los dioses de todas aquellas personas que no hubieran recibido castigo por parte de
la justicia humana. Némesis era más bien una mensajera divina que atacaba en su nombre a los pecadores
de soberbia y altivez y a los transgresores de la ley. La representan con alas como forma de indicar que el
castigo sigue rápidamente al crimen que lo llama. Lleva una lanza y una copa con licor para fortalecer las
virtudes y estar cubierta con un velo con el que indica que la venganza de los cielos es impenetrable y
llega de improviso ante los criminales.


LA OCASIÓN: la Ocasión disponía los momentos más afortunados para realizar cualquier empresa
determinada. Era la diosa de la oportunidad. La Ocasión es representada de una forma curiosa. Es una
doncella con un solo mechón de pelo en la cabeza. Uno de sus pies descansan sobre una rueda que gira
sin parar mientras que el otro pende en el aire. Porta una navaja que indica que las oportunidades hay que
aceptarlas y romper todas las dificultades que nos impiden aceptarla porque es muy fugitiva y pasa
rápido.


SELENE: era la diosa de la luna, aunque desempeñó este papel solo hasta el nacimiento de ARTEMISA,
quien lo detentó durante el período de los dioses olímpicos. La paternidad de Selene es bastante confusa y
como posibles progenitores suyos se encuentran los titanes Hiperión y Tía, Palas y Helios, quien en otras
versiones es considerado su hermano. Selene era considerada la amante de PAN aunque es mucho más
famosa su relación con Endimión, con quien tuvo cincuenta hijas que se suponen representan las
cincuenta lunas que se suceden entre cada una de las celebraciones de los juegos de Olimpia. Selene es
representada conduciendo un carro tirado por dos caballos, o, a veces dos bueyes. Sobre la relación con
Endimión véase ENDIMIÓN.


GENIO: los genios eran pequeñas divinidades que acompañaban a todos los seres humanos a lo largo de
toda su vida. Eran inmanentes a todas las personas y se pensaba que, de alguna manera, regía el
comportamiento de cada persona y tenía influencia en su destino y forma de ser. Cada persona tenía un
genio distinto pero éstos también estaban ligados a todas las cosas de la naturaleza, a los objetos
artificiales e incluso a las ciudades o pueblos. La misión fundamental del genio era alargar todo el tiempo
posible la existencia de la persona a la que estaba ligado pues de esta forma también garantizaba el
sostenimiento de su propia vida. Según algunas leyendas, cada persona tenía dos genios: el bueno que le
inclinaba al bien y el malo que le inclinaba al mal. El genio era adorado como divinidad protectora y se le
debía rendir culto en cada aniversario del nacimiento de la persona a la que estuviera ligado con flores,
incienso, frutas y sacrificios, aunque nunca se podía derramar sangre sobre su altar. Se pensaba que el
genio dotaba de capacidades intelectuales especiales a aquellas personas que fueran más devotas con él lo
que ha propiciado el significado de la palabra "genio" en el lenguaje actual. El genio bueno se
representaba como un joven alado con una corona de flores y el cuerno de la abundancia mientras que el
malo es un anciano con larga barba y corto pelo que va acompañado de un búho, símbolo de mal agüeros.
La forma de serpiente era a menudo adoptada para representar a los genios de poblaciones. Los genios
femeninos eran a menudo confundidos con la diosa HERA.


HIMENEO: era la divinidad de las bodas por lo que presidía todas las ceremonias nupciales. Himeneo
era hijo de APOLO y de AFRODITA o la musa CALÍOPE según versiones. La palabra "himeneo"
significaba antes de su conversión en dios: cántico nupcial. Posteriormente el término ha sido utilizado
como sinónimo de boda, sobre todo en el castellano antiguo. Cuando se celebraba una boda se entonaban
diversos cánticos en los que se repetía a modo de estribillo su nombre ("¡Himeneo! ¡Himeneo!"). En las
ceremonias que se ofrecía en su honor se tenía cuidado de no sacar la hiel de las entrañas de los animales
sacrificados como queriendo indicar a los esposos que deben controlarse los insultos y lo más oscuro de
sus pensamientos puesto que todo ello rompe la paz del matrimonio y del hogar. Himeneo es representado
como un joven bien vestido con una corona de rosas y flores de arrayán y portando una antorcha.


HIPNOS / EL SUEÑO: era el dios del sueño, hijo de NIX y hermano de TÁNATO, dios de la muerte.
Hipnos vivía en palacio construido dentro de una gran cueva del lejano oeste donde el sol jamás llegaba,
como tampoco lo hacían el gallo, que despertaba al resto del mundo, los gansos o los perros, de forma que
Hipnos vivían siempre en una gran tranquilidad, paz y silencio. Por un lado de todo este curioso lugar
pasaba Lete, el río del olvido, y a sus orillas crecían amapolas y otras plantas narcóticas que colaboraban
junto con el suave murmullo de las lánguidas aguas del río a dormir. En medio del palacio se encontraba
un hermoso lecho de ébano rodeado de cortinas negras en el que reposaba Hipnos sobre blandas plumas
con un sueño apacible plagado de historias. Su hijo Morfeo cuidaba de que nadie lo despertara. Hipnos
también tuvo otros dos hijos llamados Iquelo y Fantaso. Hipnos podía dominar tanto a los dioses como a
los mortales. Es representado como un joven que duerme sosteniendo en una mano una amapola.


TÁNATO / LA MUERTE: era hijo de NIX y vivía en el Tártaro, la oscura región del HADES. En
Grecia era considerado un dios pero jamás se le dedicó ningún templo ni tuvo nunca sacerdotes, aunque
se le consagraban el ciprés y el tejo. Tánato es representado como un esqueleto con un manto negro que
porta una espada o una hoz en una mano y una clepsidra, un curioso instrumento para medir el tiempo con
el agua, en la mano izquierda. A su alrededor aparece revoloteando una mariposa como símbolo de la
vida futura. En épocas especialmente antiguas Tánato es representado en formas agradables para no
despertar malestar entre los contempladores de la obra de arte. Una de las formas más dulces mediante las
que se les representó fue como una rosa sobre un féretro. Sobre el paso de la vida a la muerte véase
HADES


NEREO: era uno de los dioses del mar. Sus padres fueron GEA y Ponto, otro de los dioses del mar.
Nereo se casó con Doris, que era hija del titán Océano, dios de todos los mares en la etapa preolímpica.
Con su esposa tuvo cincuenta hermosas hijas llamadas las Nereidas. Nereo era una persona muy dulce,
justa y bondadosa, pero sobre todo, destacó por tener una gran capacidad para comprender los sucesos
futuros que seguirían a los actos presentes. Ayudó a HERACLES a localizar las manzanas de oro del
jardín de las Hespérides y también advirtió a HELENA, cuanto ésta viajaba hacia Troya, de las horribles
consecuencias de su acto, que llevarían a la destrucción total de su tierra. Sobre la manzana de oro véase
HERACLES. Sobre el viaje de Helena a Troya y sus consecuencias véase HELENA DE TROYA y EL
JUICIO DE PARIS.


NIKÉ / LA VICTORIA: tal y como la conocían en Roma era la diosa de la Victoria, hija del titán
Palante y del río Éstige. Niké se unió al dios ZEUS en su lucha contra los titanes y su actuación fue
decisiva en el desarrollo de la acción. Niké es representada con alas en la espalda y portando una
guirnalda o palma de la victoria. La Victoria de Samotracia, escultura helenística expuesta en el Museo
del Louvre (París), representa a esta diosa, y constituye una de las principales piezas artísticas de Grecia.
Sobre la lucha de Zeus con los titanes véase CRONOS.



HÉCATE / TRIVIA: era hija de los titanes Perses y Asteria. Hécate era la diosa de las encrucijadas en
las que aparecía con su horrible jauría de perros fantasmales y aulladores ante los viajeros que por allí se
cruzaran y que consideraban tales lugares demoníacos. También se la ha considerado a veces la diosa de
la noche, pero en sus vertientes más temibles y oscuras. Dada la relación entre los hechizos y la oscuridad
los magos y brujos le rendían tributo con perros y corderos negros sacrificados aunque la diosa de los
hechizos era CIRCE. Hécate, que tenía mucho poder en el HADES es representada con tres cuerpos o tres
cabezas para una sola cabeza o un solo cuerpo respectivamente, y con serpientes enrolladas en su cuello.
Los romanos asimilaron Hécate a Trivia, diosa de las encrucijadas, aunque la relación dada entre ambas
no es tan perfecta como en otros casos de la mitología.


FEME / LA FAMA: era hija de NIX y una divinidad alegórica que representaba la fama. Tenía cien ojos
siempre abiertos y cien bocas incansables que no paraban de hablar. Feme corría por el mundo a una gran
velocidad siempre sin parar divulgaba todo aquello que conocía, también mentiras y sus propias
fabulaciones. Feme era como una especie de transmisora de noticias, pero, para ser más exactos,
"cotilleos" y habladurías. Es representada como una mujer alada que va por los cielos con una trompeta
en la mano.


IRENE / LA PAZ: fue probablemente una de las deidades a la que más culto se le rindió por parte de
todos los pueblos griegos y romanos. Era, como su propio nombre indica, la diosa de la paz. Es
representada como una mujer con una corona de flores, una rama de olivo en una mano y el cuerno de la
abundancia en otra. Las palomas que AFRODITA cuidaban y que residían en el casco de ARES han sido
muy a menudo utilizadas como símbolo de esta diosa y hacen referencia al amor y belleza (representadas
por AFRODITA) que se infunden en la guerra (o ARES). Uno de los templos más bellos e importantes de
todo el Imperio Romano, situado en la Vía Sacra de Roma estaba consagrado a La Paz. Su construcción
fue iniciada por Agripina y terminada por Vespasiano y allí se incluyeron todas las riquezas que habían
sido sustraidas del gran templo de Jerusalén.


CLORIS / FLORA: era la diosa de las flores y de la primavera, casada con Céfiro, quien le otorgó la
eterna juventud y le encargó el cuidado de las flores y jardines. Es representada como una doncella con
una corona de flores y un vestido también adornado de esta forma.


POMONA: era la diosa de los frutos. Se pasaba el día junto a los pastores encargada de podar, regar,
cuidar e injertar los árboles. Muchos dioses campestres intentaron desposarla, pero ella ignoró a todos
cuantos se acercaban y valló sus jardines con un alto muro. Sin embargo, hubo un dios, Vertumno, que no
se resignó a tales desprecio y prometió que se casaría con ella. A tal efecto, se convirtió al mismo tiempo
en un pastor, un labrador, un viñador y un segador y se presentó a la puerta de su casa pero no fue
recibido por Pomona. Finalmente, cuando el dios se convirtió en amable anciana y fue accesible para
Pomona la convenció, con su elocuencia, de la conveniencia de tal boda. Vertumno se transformó a su
apariencia normal y se casaron. Pomona es representada sentada junto a una cesta con frutas y flores o de
pie portando dicha cesta, a menudo con manzanas, en la mano o en el regazo.


LAS TRES GRACIAS O CÁRITES: eran tres diosas hijas de ZEUS y la ninfa Eurinome, hija del titán
Océano. Sus nombres eran Áglae o Aglaya, Eufrosine y Talía. Eran las diosas de la belleza, el hechizo y
la alegría. A cada una de ellas le correspondía una cualidad como la belleza, la jovialidad, el esplendor o
el buen gusto pero cada fuente hace esta distribución a antojo por lo que no puede establecerse una
clasificación clara. Las Gracias presidían los banquetes, las danzas y todas las actividades y celebraciones
placenteras, en definitiva, todo aquello que en el mundo pudiera haber de agradable, placentero,
interesante, atractivo... Las Gracias otorgaban a dioses y mortales la alegría pero no sólo eso sino también
la elocuencia, la liberalidad y la sabiduría. Se creían que tenían la capacidad de dotar a los hombres de la
genialidad necesaria para ser un excepcional artista. Las Gracias eran compañían habitual en el Olimpo de
AFRODITA y EROS y están muy relacionadas con las MUSAS con las que se divertían al son de la
música que APOLO tocaba. Áglae, la más joven, era también la más bella y estaba casada con el dios
HEFESTO. Las Gracias eran jóvenes y muy bellas pero sobre todo modestas y solían llevar el pelo mal
recogido a causa de los bailes. Siempre estaban danzando y precisamente es en la actitud de darse las
manos y comenzar a bailar como más las ha representado el arte. Aunque en los principios de la
civlización griega iban vestidas con una fina túnica después siempre aparecieron desnudas. A veces han
aparecido entre los sátiros más horrendos para designar que no se puede juzgar a las personas por su
apariencia y que los defectos del rostro pueden ser corregidos con un buen espíritu. Rara vez se hace
referencia a estas diosas de manera individual. Por el contrario, son la representación griega de la triple
diosa, presente en muchas otras mitologías del mundo.


EL OCÉANO: era uno de los dioses más importantes de la etapa pre-olímpica considerado por Homero
como el iniciador de todas las cosas. Sus padres fueron URANO y GEA. El Océano era un enorme y
profundo río que rodeaba todas las tierras del planeta, que se consideraba plano. En clara alusión a que el
horizonte terminaba en él se decía que de su seno nacían el sol y la luna y a él volvían posteriormente. Se
casó con TETIS, diosa de las aguas y tuvo con ella tres mil hijos, que eran todos los ríos del mundo y
otras tres mil hijas, las oceánidas, que eran las ninfas de ese gran río y diosas de todas las fuentes. Perdió
su poder durante la guerra entre ZEUS, CRONOS y los titanes y su puesto fue ocupado por POSEIDÓN.
Durante estas luchas REA le encargó que custodiase a HERA. Se le representa como un viejo sentado
sobre las olas que ostenta en su mano una pica y que tiene a sus pies a un animal fabuloso,
presumiblemente, un dragón. Sus atributos son el cuerno de la abundancia, el cetro y la red. Sobre la
guerra entre los olímpicos y los titanes véase CRONOS.


TETIS: diosa de las aguas, hija de URANO y de GEA y hermana y esposa del gran titán OCÉANO. Tetis
fue madre de todos los ríos del mundo y de todas las ninfas del mar. Tetis es representada con un cetro en
la mano o bien sosteniendo en sus rodillas al pequeño dios Palemón. Viajaba en un hermoso carro de
caballos tirado por los tritones. En las ceremonias en su honor se le inmolaban toros negros con leche,
miel y vino. Sobre el poder de Tetis véase OCÉANO.


HEROES Y SEMIDIOSES

El nombre de héroes o semidioses se utilizaba para designar a aquellas personas que habían nacido de un
mortal y una diosa o viceversa. También se glorificó con este término a aquellas personas que por sus
hazañas merecían un tratamiento especial alzándoseles a los cielos. En cualquier caso, mucho de estos
personajes representaban una divinidad por sí solos y a ellos también se ha hecho referencia como dioses
cuando se les trata de forma individual.

· ANFIARAO
· ASCLEPIO / ESCULAPIO
· CIRCE
· HERACLES / HÉRCULES O ALCIDES
· HÍMERO
· IRIS
· PANACEA
· PROMETEO
· EPIMETEO

ASCLEPIO / ESCULAPIO: era hijo de APOLO y de Corónide, una hermosa muchacha de Tesalia. Ésta
le era infiel, por lo que APOLO la mató entregando a su hijo recién nacido al centauro Quirón para que lo
criara. Quirón le educó en la ciencia de la medicina y le enseñó todo sobre las hierbas, las plantas y la
composición de los medicamentos, dando lugar a que, gracias a su inteligencia, Asclepio sobrepasara las
capacidades de su maestro. Tuvo ocasión de demostrar sus aptitudes acompañando a los Argonautas en su
expedición a la Cólquide, pero no se contentó sólo con curar a los enfermos sino que también ideó un
sistema para resucitar a los muertos con lo que dio vida a gran cantidad de personajes. Esto provocó que
el HADES se quedará vacío por lo que el dios de este inframundo se quejó a ZEUS quien le mató con uno
de sus rayos. Su muerte provocó su engrandecimiento y Asclepio se convirtió, así, en dios de la medicina.
Se le representa como un hombre barbudo con un palo con una serpiente enroscada y va acompañado de
un gallo a sus pies, símbolo de vigilancia. Sus hijos Podaliro y Macaonte también fueron grandes médicos
a la par que bravos soldados. Los enfermos de Grecia creían que si acudían a algún templo a él
consagrado y le ofrecían sacrificios éste se les aparecería en sueños recetándoles un remedio a su
problema.


HÍMERO: era el dios del impulso sexual, por lo que a menudo acompañaba a EROS y a AFRODITA. Su
padre fue el rey Lacemedón. Un día AFRODITA celebró una fiesta a la que asistió también Hímero,
quien llamado por sus impulsos violó a su hermana, a quien no había distinguido entre la oscuridad de la
celebración. Cuando se dio cuenta y reconoció a su hermana, Hímero tuvo miedo de sí mismo y se
suicidó tirándose a un río cercano, que, desde entonces, lleva su nombre. A veces se confunde con Poto,
dios del deseo y la pasión.


HERACLES / HÉRCULES O ALCIDES: fue un héroe tébano hijo de ZEUS y de Alcmena, mujer del
general Anfitrión. Para engendrarlo, puesto que ZEUS deseaba fervientemente que su madre fuera
Alcmena, ZEUS se convirtió en la figura del marido de Alcmena y se unió a ella en su lecho la misma
noche que Anfitrión, volviendo de una expedición, concibió junto a su mujer a Ificles, que nació al mismo
tiempo que Heracles. HERA, decidida a matar al hijo de su infiel marido, y mucho más enfurecida por el
hecho de que ZEUS se jactaba de su hazaña entre los otros dioses, poco después del nacimiento de
Heracles envió dos grandes serpientes para que acabaran con él. El niño era aún muy pequeño pero
estranguló a las serpientes. Sin embargo, su madre le abandonó temiendo la ira de HERA y el bebé fue
recogido por HERMES quien engañó a HERA de tal modo que ésta dio de amamantar a Heracles
convirtiéndolo en inmortal. El héroe conquistó de joven a una tribu que exigía a Tebas el pago de un
tributo y como recompensa pudo casarse con la princesa tebana Megara, con quien tuvo tres hijos. Toda
esta fuerza y capacidades se debieron, en parte, a la educación que recibió de Quirón, de forma que llegó
a ser el hombre más famoso y valiente de su tiempo. Sin embargo también fue educado por otros grandes
maestros como Lino, Cástor y Radamante. Heracles debía obediencia a Euristeo, rey de Micenas. Esto se
debe a que la diosa de la fortuna había decidido que el que naciera antes de entre ellos dos debería ser
siervo del otro. HERA provocó el adelantamiento del nacimiento de Euristeo dos meses porque odiaba a
Heracles. Euristeo, tirano despótico, llamó a su corte a Heracles y le encomendó la realización de doce
duras empresas a cuya ejecución no pudo negarse el héroe debido al comentado voto de obediencia.
Según otras leyendas, Heracles accedió a ponerse a las órdenes de Euristeo porque el oráculo de Delfos le
había indicado que era la única forma de resarcir el asesinato de todos sus hijos, que Heracles había
ejecutado enloquecido por HERA, aunque luego ATENEA le devolvió la cordura. La primera prueba a la
que debió hacer frente fue matar al león de Nemea, creado por Tifón, un animal al que no podía herirle
arma alguna. Hércules primero aturdió al león con su garrote, le lanzó todas las flechas de su carcaj y
después lo estranguló, obteniendo su piel como vestido. En su segunda prueba mató a la Hidra, que vivía
en un pantano en Lerna, cerca de Argos. Este monstruo tenía nueve cabezas. Una cabeza era inmortal y,
cuando le cortaban cualquiera de las otras, crecían dos en su lugar. Heracles quemó cada cuello mortal
con una antorcha para impedir que crecieran otras nuevas y finalmente sepultó la cabeza inmortal bajo
una roca. Después mojó sus flechas en la sangre de la Hidra para envenenarlas y poder hacer mejor frente
a sus enemigos. Posteriormente Heracles tuvo que capturar viva a una cierva con cuernos de oro y
pezuñas de bronce que estaba consagrada a ÁRTEMIS, diosa de la caza, y que corría a una enorme
velocidad. Para lograr esta hazaña, Heracles la persiguió durante doce meses sin parar y finalmente cayó
en sus trampas. El cuarto trabajo consistió en cazar a un gran jabalí cuya guarida estaba en el monte
Erimanto en Arcadia. Cuando lo trajo, Euristeo tuvo que esconderse en un tonel del espanto que le
produjo. A continuación, Heracles tuvo que limpiar en un día la suciedad acumulada durante treinta años
por un rebaño de tres mil vacas en los establos de Augias. Desvió el cauce de dos ríos, haciendo que
corrieran por los establos. En su siguiente trabajo apartó una enorme bandada de aves de picos, garras y
alas de bronce que vivían junto al lago Estínfalo y atacaban a las gentes del lugar, y devastaban sus
campos y cosechas, mediante flechas, no sin antes hacerlos salir del bosque con un címbalo que sonaba
estruendoso cuando lo usaba Heracles. Para cumplir su séptimo trabajo, Heracles entregó a Euristeo un
toro furioso que POSEIDÓN, dios del mar, había enviado para aterrorizar a Creta. Posteriormente,
Heracles tuvo que someter a las Amazonas, mujeres que mataban a sus hijos y educaban a sus hijas en la
lucha. Para ello contó con la ayuda de Teseo, y finalmente, logró su objetivo, entregar el cinturón de la
reina de todas ellas, Hipólita, a Euristeo. En su camino a la isla de Eritia para capturar los bueyes de
Gerión, el monstruo de tres cabezas, Heracles erigió dos grandes columnas (los peñones de Gibraltar y de
Ceuta) como monumentos conmemorativos de su hazaña en las que grabó la frase "non plus ultra"
logrando comunicar el Mar Mediterráneo y el Atlántico. Después de que Heracles se llevara los bueyes,
que eran custodiados noche y día por un perro de siete cabezas, inició el que era su undécimo trabajo. Fue
a buscar las manzanas de oro de las hespérides para lo que Atlas, padre de éstas, tuvo que ayudarle.
Heracles consiguió adormecer al dragón protector de las frutas y que nunca dormía y levantó el mundo
bajo sus espaldas mientras Atlas recogía las manzanas de debajo de éste. El último y más difícil y
decisivo trabajo de Heracles fue capturar a Cerbero, el perro de los infiernos, lo que consiguió sin ayuda
de armas, como HADES le había hecho asegurar. Después de mostrarlo en Micenas, lo devolvió a su
lugar. Estos doce trabajos dieron a Heracles una fama inmensa y se dedicó a exterminar la tiranía del
mundo participando en muchas otras aventuras arriesgadas como cuando mató a la familia real de Egipto
porque sacrificaban a todos los extranjeros o estranguló a Caco y Anteo, dos criminales. Heracles tuvo
muchas amantes, y lograr sus atenciones le valió muchos problemas: para conquistar a Onfale debió
despojarse de todo aquello que siempre había sido suyo, y el amor de Deyanira le supuso un nuevo
enfrentamiento y asesinato, esta vez de Aqueloo. La muerte de Heracles vino directamente causada por la
propia Deyanira. Un día cuando ambos viajaban juntos Heracles confió su esposa al centauro Neso para
que la cruzara de una parte a otra del río mientras él recorría otra parte más intricada del mismo pero más


interesante para sus propósitos. Sin embargo, Neso intentó poseer a Deyanira y Heracles acudió para
matarlo, lo que consiguió, a pesar de su velocidad, lanzándole una flecha. Sin embargo, antes de morir,
Neso le dio a Deyanira una túnica que, según él, servía para avivar el amor de los maridos infieles.
Mucho tiempo después, cuando Heracles estaba de viaje y junto a la bella Iole en Eubea, Deyanira le
envió la túnica y en cuanto Heracles, gozoso, la abrió, empezó a sufrir un fuerte dolor provocado por el
intenso veneno que había consumido. Heracles, viendo que iba a morir, hizo una gigantesca pira con
troncos de árboles, se tumbó en ella e hizo que Filoctetes la encendiera. Heracles murió de esta forma
pero pronto fue sacado del Hades por los dioses que en agradecimiento a su comportamiento, lo subieron
al Olimpo, lo convirtieron en dios y lo desposaron con HEBE. Uno de los nombres por el que era
conocido, Alcides, otro personaje de la mitología, se debe a que este nombre significa "el fuerte".


CIRCE: sus padres fueron Helios, el primer dios del sol, antes que APOLO, y la nereida Perseis, por lo
tanto Circe era una semidiosa que representaba a la deidad de los hechiceros. Circe era, a su vez, princesa
de la Cólquide, aunque destacó por ser una maga cruel, hipócrita y celosa. Circe pasaba su tiempo
subiendo a las montañas a por plantas venenosas y demás elementos de hechicería que, cuando la noche
caía, ella se ocupaba de destilar y preparar bajo el más profundo secretismo. Circe se desposó con un rey
de los sármatas que tuvo el valor y la locura para ello, pero la diosa quería reinar sola y asesinó a su
marido en muy poco tiempo con uno de sus múltiples brebajes. El pueblo sármata sin embargo, que no
aceptaba como reina a una extranjera homicida la expulsó de su país. Entonces, Circe se fue a Italia y se
asentó en una bella residencia de un promontorio en el mar de Etruria. Desde allí atraía y encantaba a los
marineros que pasaban robándoles sus riquezas y energías y transformándolos en cualquier bestia
asquerosa que se le ocurría. Esta horrible capacidad de Circe de convertir a los hombres en animales se
veía acrecentada en su maldad por el hecho de que los metamorfoseados conservaban su razón y no
ignoraban la desgracia que les había caído. Uno de los marineros que tuvo que soportar tal vergüenza fue
Odiseo / Ulises quien vio como toda su tripulación se convertía en un sucio cerdo. Sin embargo, él
resistió gracias al ajo dorado, una planta que HERMES le regaló. Entonces, acudió al palacio de Circe y
la obligó bajo la fuerza a devolver su forma a los marineros y Circe, que le hizo caso, extrañada de que
alguien se le resistiera se enamoró perdidamente de Odiseo y le colmó de atenciones, hasta tal punto que
el héroe se quedó con ella un año olvidando todo lo demás. Cuando por fin se fueron Circe le enseñó
cómo invocar el alma de TIRESIAS, que vagaba por el inframundo, para que le guiara de vuelta a casa.


PROMETEO: era uno de los titanes, hijo de Jápeto y de la ninfa del mar Clímene o, según otras
versiones, TEMIS. Prometeo y su hermano EPIMETEO recibieron el encargo de crear la humanidad y de
proveer a los seres humanos y a los animales de todo lo necesario para vivir. Epimeteo (cuyo nombre
significa "ocurrencia tardía"), procedió en consecuencia a conceder a los animales atributos como el
valor, la fuerza o la rapidez y los proveyó de todos los elementos necesarios para poder vivir en el mundo,
tales como plumas, patas, o piel. Sin embargo, EPIMETEO debía crear un ser superior a todos los demás
pero no le quedaban más virtudes para ello y no tenía nada que conceder, así que le pidió ayuda a su
hermano Prometeo, nombre que significa "prudencia". Para que los seres humanos fueran superiores a los
animales, Prometeo decidió darles una forma más noble y permitirles caminar erguidos. Como don les dio
el fuego, que había obtenido quemando una antorcha en el sol. El fuego era, sin duda, el don más valioso
que Prometeo podía haber dado a la humanidad. Sin embargo, lo que Prometeo había hecho provocó las
envidias y la ira de ZEUS que buscaba constantemente el modo de sentirse superior a Prometeo.
Entonces, ordenó a HEFESTO que creara a partir de arcilla a la primera mujer de la historia, y la llamó
Pandora. Pandora fue colmada de tributos y valores y le fue entregada a Prometeo como esposa. Sin
embargo, éste recelaba de un regalo de sus enemigos (ZEUS arrebató el poder a los titanes) e ignoró
totalmente a Pandora, algo que sin embargo, no hizo su hermano, trayendo la desgracia al mundo.
Prometeo quiso vengarse de ZEUS y pagar engaño por engaño. Una vez, Prometeo sacrificó dos bueyes.
En una pila dejó las partes comestibles del animal y todas sus entrañas y las recubrió con el vientre. En
otra dejó los huesos bien tapados con la piel del animal. ZEUS, entonces ingenuo, eligió la pila de los
huesos. Al ver el engaño su ira no alcanzó fin y ordenó a HERMES que encerrase a Prometeo en una
cueva del Cáucaso, donde un águila le devoraría las entrañas durante treinta mil años sin provocarle la
muerte, porque éstas se regeneraban cada cierto tiempo. Su sufrimiento infinito fue atajado por
HERACLES / HÉRCULES que lo liberó y mató al ave rapaz. Prometeo dio a los hombres la capacidad de
trabajar y construir y les permitió domesticar a los animales y aprender a buscar frutos alimenticios. Por
ello, se difundió por Grecia la idea que los dioses del Olimpo estaban profundamente celosos de
Prometeo. Sobre Pandora véase LA CAJA DE PANDORA.


EPIMETEO: era hijo de Jápeto. A él se le encomendó la creación de la humanidad y de todos los
animales. Epimeteo, cuyo nombre significa "ocurrencia tardía", gastó todos los dones que conocía con los
animales y tuvo que pedir ayuda a su hermano PROMETEO. Epimeteo también fue el responsable de la
propagación por el mundo de todos los males. Sobre los actos de Epimeteo véase PROMETEO y LA
CAJA DE PANDORA.


ANFIARAO: fue un gran combatiente, adivino y general del ejército, que formó parte de la expedición
conocida como "los siete contra Tebas" invitado por Adrasto. Anfiarao no quería partir a dicha guerra
porque estaba convencido de que moriría frente a los muros de la ciudad enemiga y se ocultó de los
militares que organizaban la lucha. Sin embargo, Polinice, personaje especialmente interesado en que la
guerra tuviera éxito, ofreció a Erifile, mujer de Anfiarao un magnífico collar de oro y diamantes a cambio
de que revelara el lugar donde se encontraba escondido su marido. Su avariciosa mujer reveló a las gentes
de Argos el lugar donde se encontraba y Anfiarao no tuvo más remedio que partir. Sin embargo, tuvo
tiempo antes de hacer asegurar a su hijo Alcmeón que nada más conocer su muerte debía matar a su
madre, Erifile. Así ocurrió pues Anfiarao murió al iniciarse la expedición a causa de un rayo de ZEUS
que le precipitó a lo más profundo de las entrañas de la tierra. La sangre de Erifile sirvió para rendir
tributo a Alcmeón. Desde entonces Anfiarao fue tratado como un héroe divino y se le consagró un templo
con un oráculo tan importante como el de Delfos que se encuentra en Ática.


PANACEA: era la diosa de la salud, hija de ASCLEPIO y de Epione. Se decía que tenía capacidad para
curar todos los males con sus hierbas y ungüentos, así pues seguía la tradición de su padre, dios de la
medicina, y de su abuelo APOLO, también relacionado con estas actividades. De hecho, los tres son
nombrados en el juramento hipocrático. El significado de la palabra actual "panacea" está ligado a esta
diosa.


IRIS: era hija del titán Taumante y de Electra, una oceánida. Otras leyendas afirman que su madre fue
HERA. Iris era la mensajera de HERA y aunque en un principio residió en el Olimpo, trabajando como
mensajera, pero de todos los dioses, fue relegada de su puesto por HERMES. Iris era capaz de viajar a la
velocidad del viento, podía atravesar todas las regiones del mundo, además de introducirse en lo más
profundo del mar y de los mundos subterráneos. Iris transmitía las órdenes de HERA a todos los lugares
de la humanidad y se aseguraba de que todo el mundo tuviera conocimiento de ellas. Otra de sus
funciones era asistir a las mujeres agonizantes, a las que cortaba el cabello como símbolo de separación
entre el alma y el cuerpo, permitiendo piadosamente la muerte de esas desdichadas. Cuando terminaba sus
quehaceres volvía al Olimpo y allí formaba la cola del séquito de HERA. A pesar de que Iris era
hermanastra de las ARPÍAS y de que como ellas tenía alas Iris era mucho más bella que todas ellas y
enormemente bondadosa. Iris era un mujer joven que iba vestido con un traje de colores brillantes. Sobre
su cabeza la seguía un halo de luz de enorme belleza formado por siete colores. Iris, es, pues, la luminosa
diosa del arco iris.


MITOS Y LEYENDAS


Aquí podrás encontrar diferentes mitos e historias en los que participaran los dioses grecorromanos y los
personajes de su época. También se incluyen en esta sección todos aquellos personajes que por su
importancia merezcan un artículo específico pero no tengan encuadre dentro del resto de categorías.

· ARACNE
· BATO
· LA CAJA DE PANDORA
· DEUCALIÓN Y PIRRA
· ECO
· EDIPO
· ENDIMIÓN
· FINEO
· LAS GÓRGONAS
· LAS ARPÍAS O HARPÍAS
· HELENA DE TROYA
· JACINTO
· LAS LAMIAS
· EL SALTO DE LA ISLA DE LÉUCADE
· MEDUSA
· NARCISO
· EL JUICIO DE PARIS
· PEGASO
· EL RAPTO DE PERSÉFONE / PROSERPINA
· LAS SIRENAS
· EL SACRIFICIO DE ALCESTES POR ADMETO
· TIRESIAS
· EROS Y PSIQUE

DEUCALIÓN Y PIRRA: Deucalión era rey de Pitia en Tesalia cuando ZEUS, a causa del mal
comportamiento y la depravación de la raza humana castigó a ésta con un gran diluvio. Durante nueve
días y nueve noches ZEUS envió raudales de lluvia, y sólo Deucalión y su mujer Pirra sobrevivieron a la
inundación porque eran las únicas personas de la faz de la tierra que actuaban rectamente y seguían las
leyes de los dioses. Ambos habían construido una barca con la que pudieron llegar a la cima del monte
Parnaso. El oráculo de Delfos les ordenó que arrojaran los huesos de sus madres por encima de los
hombros y obedecieron cuando se dieron cuenta de que los huesos significaban las piedras de la tierra. De
cada una de las piedras surgió una persona, creándose una nueva raza humana. Deucalión era hijo del
titán PROMETEO.


EL JUICIO DE PARIS: Paris era hijo de Príamo y de Hécuba, reyes de Troya. Cuando Hécuba estaba
embarazada, tuvo un sueño, después aclarado por un oráculo, en el que se afirmaba que el niño que
llevaba en su seno destruiría su patria. Ante este hecho, Príamo ordenó a su oficial Arquelao que lo
hiciera desaparecer, pero éste, antes los ruegos de Hécuba, lo confió a unos pastores encargados de su
educación. Paris creció robusto, hermoso e inteligente, hasta tal punto que la bella ninfa Oenona, se casó
con él. Además, alcanzó mucha fama cuando participó en los juegos de Troya y fue reconocido incluso en
el Olimpo, donde HERMES le propuso como árbitro del problema en el que por aquel entonces se
encontraban: decidir sobre la belleza de las diosas. ERIS, la diosa de la discordia, la única no invitada a la
boda del rey Peleo y de la nereida Tetis, apareció al final de la celebración envuelta en una nube y lanzó
en el banquete una manzana de oro que decía estar "destinada a la más hermosa". ZEUS se negó a arrogar
este título a una de las tres aspirantes: HERA, ATENEA y AFRODITA, por lo que éstas, finalmente
pidieron a Paris, príncipe de Troya, que diera su veredicto. Todas intentaron sobornarlo: HERA le ofreció
ser un poderoso gobernante, ATENEA una gran fama militar, y AFRODITA le prometió la mujer más
hermosa de la tierra. Ganó AFRODITA y ésta tuvo que ayudarle a lograr a HELENA, hija adoptiva de
Tíndaro y esposa de Menelao, que vivía en Esparta. Paris llegó allí con un gran bajel y fue atendido con
todos los honores por el rey pero Paris no abandonó sus propósitos y se dedicó a agradar a HELENA con
las palabras más afectuosas y las atenciones más exquisitas. Al poco tiempo, Menelao tuvo que irse a
Creta a resolver un asunto urgente y Paris aprovechó para abrir su corazón a HELENA, quien abjuró de
su patria y se fue con él. Entonces, Menelao, ofendido en lo más profundo de su ser, llamó a todos sus
colaboradores y a sus ejércitos e inició la llamada Guerra de Troya. Durante esta guerra Paris luchó
cobardemente contra los griegos y tuvo que ser rescatado varias veces por AFRODITA pero finalmente
fue herido por Filoctetes. Entonces, Paris volvió junto a Oenona, quien intentó curarlo compasiva y aún
enamorada pero no lo consiguió, Paris murió a los pocos días y junto a él fue enterrada Oenona, que
falleció de tristeza. HELENA, ahora ya, de Troya, sufrió múltiples calamidades, siendo castigada por sus
acciones. Sobre el destino de Helena véase HELENA DE TROYA.


EL RAPTO DE PERSÉFONE / PROSERPINA: era la hija del gran dios ZEUS y de DÉMETER, diosa
de la tierra y de la agricultura. HADES, dios del mundo inferior estaba enamorado de ella y quiso que se
casaran para lo que obtuvo el consentimiento de ZEUS aunque no el de su suegra, DÉMETER. A
consecuencia de esto HADES decidió secuestrar a Perséfone pero cuando DÉMETER se enteró cayó en
una profunda desolación provocando la desaparición de todas las plantas, y como consecuencia la
imposibilidad de los hombres de llevar a cabo labores agrícolas dándose lugar a una gran hambruna. Para
evitarlo ZEUS envió a HERMES a por Perséfone pero antes de dejarla ir le obligó a comer una granada,
alimento de los muertos, lo que la obligó a volver al submundo y pasar allí un tercio de cada año.
Constituía la personificación del renacer de la primavera en la tierra pues era al mismo tiempo diosa de la
fertilidad y reina de los muertos. Su equivalente latina es Proserpina.


JACINTO: era un bello espartano, hijo de Amiclas, pero su importancia reside por ser el amigo íntimo de
APOLO, quien le había prometido enseñarle a tocar el laúd y lanzar el arco, como método para verle más
a menudo pues le apreciaba mucho. Céfiro, dios del viento del Oeste también sentía gran estima por
Jacinto pero no era nunca correspondido mientras que Apolo sí recibía continuas muestras de afecto y
cariño por parte de Jacinto. Céfiro, atormentado por los celos, decidió la muerte de Jacinto y un día que
jugaba con él desvió el disco y golpeó contra la sien del joven con violencia tal que logró su objetivo.
APOLO intentó curarlo con las plantas con mayores capacidades medicinales, pero fue inútil y Jacinto
murió convirtiéndose en una flor, pero no el jacinto, sino el lirio o espuela. Otras leyendas también
afirman que la muerte se debió a un disco, pero lanzado accidentalmente por APOLO. Por otra parte, a
menudo se ha considerado que la relación entre los personajes implicados en este mito no eran de amistad
sino de amor y deseo.


HELENA DE TROYA: sus padres fueron ZEUS y Leda, mujer del rey Tíndaro de Esparta y tuvo tres
hermanos Cástor, Pólux y Clitemnestra. Helena de Troya nació de unos de los huevos que puso Leda
cuando fue seducida por ZEUS. De pequeña fue raptada por el héroe Teseo que quería casarse con ella,
pero sus hermanos la rescataron. Helena provocó el inicio de la guerra de Troya al acompañar a Paris,
príncipe de dicha nación, quien la obtuvo gracias a AFRODITA, en contraprestación a haber elegido a
ésta como la diosa más bella. Ante su huida con Paris, Menelao, su marido, llamó a todos los reyes de
Grecia, que se unieron a él para resarcir con una guerra la afrenta de que habían sido objeto por parte de
los troyanos. No está totalmente claro el papel que tuvo Helena durante la guerra. Parece ser que se
pasaba el día en la torre del palacio de Troya donde tenía un telar con el que tejía todas sus desdichas
mientras se lamentaba del instante en que había tenido la debilidad de dar oídos a un extranjero y
marcharse con él. Cuando Paris se murió, se casó con Deífobo, que también era hijo de Príamo como
Paris. Pero cuando Troya fue tomada Helena entregó a Deífobo de la manera más indigna a los griegos,
que lo apuñalaron. De esta forma Helena pretendía reconciliarse con Menelao, y así fue. El hijo de éste,
Atreo, la llevó a Grecia junto a él en un viaje complicado porque los dioses provocaron varias tormentas
que les hicieron pasar por Chipre, Francia y Egipto. Ya en Esparta fueron muy felices hasta la pronta
muerte de Menelao. Entonces, fue echada del Peloponeso por indigna y acudió a Rodas donde la recibió
la reina Polyxo que la colmó de atenciones a su llegada pero al día siguiente ordenó su ahogamiento en el
baño y que muerta fuese colgada de un horca. Sobre la marcha de Helena a Troya véase JUICIO DE
PARIS.


LA CAJA DE PANDORA: cuando PROMETEO, uno de los titanes, creó la raza humana, ZEUS se
mostró enormemente celoso de su hazaña y ordenó a HEFESTO que formara a una mujer, para dársela
como premio por sus labores a PROMETEO, pero también como forma de sentirse superior a él.
HEFESTO modeló arcilla y consiguió crear a dicha mujer, llamada Pandora. Pandora nació con una
enorme belleza y todos los dioses quedaron prendados de su hermosura, colmándola de dones. ATENEA
le concedió sabiduría, HERMES le dio elocuencia y APOLO dotes para la música. ZEUS por su parte,
añadió a todos estos presentes una hermosa caja, que se suponía contenía inmensos bienes y presentes
para PROMETEO, pero, con todo, ordenó a Pandora que no la abriera bajo ningún concepto, lo que ello
prometió a pesar de su curiosidad. Fue así entonces como Pandora y su caja fueron ofrecidos a
PROMETEO, quien, astuto y precavido rechazó a ambas y le indicó a su hermano EPIMETEO que, como
había hecho él, desconfiara de cualquier regalo de ZEUS. Sin embargo, Epimeteo se enamoró locamente
de Pandora nada más verla y se desposó con ella aceptando la caja como dote. Entonces, EPIMETEO, de
una ávida curiosidad, abrió la caja, de la que no salieron más que horribles males, enfermedades, guerras,
hambres y otras calamidades. Horrorizado, intentó cerrarla, pero sólo consiguió retener dentro la
esperanza, que ayuda desde entonces a todos los hombres a soportar los males de la caja de Pandora,
extendidos por toda la faz de la tierra. PROMETEO, que era benefactor de los seres humanos, se vengó
con ZEUS, aunque eso le costó múltiples sufrimientos. Otras fábulas afirman que fue Pandora quien abrió
la caja. También existe otra versión según la cual la caja contenía múltiples bienes para la humanidad,
pero éstos eran destruidos al abrir la caja, o bien, huían de ella. Sobre las motivaciones y consecuencias
de la creación de Pandora véase PROMETEO.


PEGASO: era un caballo alado que nació de POSEIDÓN y de la górgona Medusa, de cuyo cuello salió
Pegaso cuando el héroe Perseo la venció y mató. Al poco tiempo de nacer, Pegaso dio una coz en el
monte Helicón y en el acto empezó a fluir un manantial que parece ser la fuente de la inspiración divina y
que se consagró a las MUSAS. Animados por este hecho y por el carácter mágico del magnífico caballo,
fueron muchos los que intentaron atraparlo, aunque sin mucho éxito. Sin embargo, para Belerofonte,
atrapar a Pegaso fue una obsesión. Belerofonte, que era príncipe de Corintio, pasó la noche en un templo
de ATENEA siguiendo el consejo de un adivino y ésta se le presentó de madrugada con una brida de oro
indicándole que con ella podría atrapar a Pegaso, como así fue. El manso Pegaso se convirtió en una gran
ayuda para Belerofonte que lo empleó en sus muchas aventuras contra las Amazonas y la Quimera,
monstruo horrendo. Una vez, sin embargo, el henchido de orgullo Belerofonte intentó subir hasta el
Olimpo, y allí, Pegaso, que no quería acercarse a los dioses, lo dejó caer, mientras Belerofonte vagaba sin
rumbo por el mundo, rechazado por los dioses. Desde entonces, Pegaso se quedó en los establos del
Olimpo y se convirtió en el medio de transporte del trueno y el rayo de ZEUS. Sobre las Amazonas véase
HERACLES / HÉRCULES.


MEDUSA: era una de las tres GÓRGONAS, las horrendas hijas de Forcis, uno de los dioses marinos y
Ceto. Medusa al nacer estaba cubierta con todos los encantos personales que puedan imaginarse y
admirados todos aquellos que la veían la felicitaban y alababan su hermosura, en especial, sus cabellos.
Además, tenía muchos pretendientes. Sin embargo, Medusa, terriblemente engreída, se atrevió a afirmar
que era superior a la diosa ATENEA y por supuesto, mucho más bella que ella. ATENEA no esperó más
y convirtió a Medusa en una horrible mujer transformando en serpientes sus cabellos, cubriendo su
cuerpo de escamas, le dio dos alas en la espalda, desfiguró su rostro, agrandó los dientes de Medusa
convirtiéndolos en colmillos y la obligó a vivir siempre con la lengua fuera. No contenta con esto,
también convirtió a sus hermanas. Se ha llegado a decir que las GÓRGONAS compartían un solo diente,
un solo ojo y un solo cuerno que se intercambiaban alternativamente. Como castigo aún mayor, ATENEA
embrujó a Medusa de tal forma que todo aquel que pudiera verla en su horrenda fealdad sería convertido
en piedra. Tiempo después, el héroe Perseo, joven galante pero insensato, organizó una expedición para ir
en su busca y matarla. Como ayuda, recibió el escudo de ATENEA, la espada de HERMES y su talar y un
casco dado por HADES que le convertía en invisible. Perseo atravesó el océano en su busca y la halló
durmiendo, así como todas sus culebras. Entonces, movido su brazo por ATENEA, ya que no podía mirar
a Medusa, le cortó la cabeza y la mató. Las otras górgonas intentaron vengarse pero Perseo escapó sin
problemas. Como resultado de la muerte de Medusa nació PEGASO. Más tarde, el héroe utilizó la cabeza
de Medusa para defenderse del temido gigante Atlas pues se la lanzó y éste quedó convertido en montaña.


LAS GÓRGONAS: eran tres horrendas mujeres nacidas de la unión entre Forcis, dios del mar y Ceto.
Las Górgonas, parecidas a dragones, debieron su aspecto al encantamiento sufrido por MEDUSA. Las
Górgonas, que eran MEDUSA, Esteno y Euríale vivían en lo más alejado del mundo habitado porque
convertían en piedra a todo el que las viera. Todas menos Medusa, eran inmortales. Sobre el
encantamiento de las Górgonas y su aspecto véase MEDUSA.


ARACNE: vivía en Colofón y allí era una famosa trabajadora de las labores del bordado, de tal forma
que recibía encargos de todas partes del mundo y muchas visitas que contemplaban llenos de placeres sus
primorosas obras. Aracne como joven era insensata y poco precavida y un día lanzó un desafío a la propia
ATENEA quien aceptó competir con ella por el puesto de mejor tejedora. Terminado el trabajo pudo
observarse cómo la creación de la diosa era bastante perfecta pero también cómo la de Aracne era de una
belleza sin par. Ésta había representado diversos episodios de la mitología y era especialmente hermosa la
representación de ZEUS y la lluvia de oro que le acompañaba. ATENEA, que había representado el
esplendor de los dioses y diosas del Olimpo, no pudo encontrar desperfecto alguno en la obra y llena de
envidia la destruyó por completo. Posteriormente, según una versión Aracne quedó presa en los hilos y
estuvo a punto de morir estrangulada. Según otra leyenda, fue la propia Aracne la que intentó suicidarse
llena de dolor por la destrucción de su magnífica pieza. En ambos casos ATENEA se apiadaba de ella y la
convertía en araña, forma que desde entonces se dedica a hilar.


FINEO: era un rey de Bitinia que se casó en segundas nupcias con Idea, una de las hijas de Dárdano.
Idea, que era una mujer tremendamente perversa, además de celosa y posesiva, guardaba una profunda
enemistad con los hijos de Fineo, obtenidos de su primer matrimonio y decidió deshacerse de ellos. Para
lograrlo, inventó la historia de que habían conspirado contra su padre y Fineo, que enamorado de su
esposa no dudó un instante de su palabra y no se molestó en hacer averiguaciones, mandó que sacaran los
ojos a sus hijos y los echó del palacio. Ante tanta crueldad y sobre todo, provocada ésta por una falacia,
los dioses castigaron a Fineo con la ceguera y decidieron que las ARPÍAS le perseguirían
implacablemente. El castigo que éstas decidieron fue sumamente cruel. Cuando ellas estaban cerca de
Fineo éste sentía una poderosa sensación de hambre y las ARPÍAS le quitaban la comida, se la envenaban

o defecaban sobre su plato. Los cuñados de Fineo, Calais y Cetes, se conmovieron de su situación y
decidieron arrojar a esas bestias inmundas de Bitinia persiguiéndolas por el mar hasta que se internaron
en su residencia. Según otras leyendas el castigo a Fineo estuvo motivado por su agudeza profética y
Calais y Cetes sólo le liberaron siguiendo las órdenes de Jasón, quien obtuvo a cambio información sobre
el vellocino de oro.

EL SALTO DE LA ISLA DE LÉUCADE: Léucade es una isla que se halla en el mar Jónico, cerca de
Corfú. Es famosa porque posee un alto promontorio desde el cual se tiraban al mar los amantes heridos
que querían olvidar sus penas y curar su pasión. AFRODITA, que no sabía cómo olvidar a Adonis, se
lanzó desde este promontorio por consejo de APOLO, y para su asombro, salió intacta de las aguas. Tras
esto el remedio se convirtió en ampliamente famoso y de todas las regiones de la tierra llegaban múltiples
enamorados, que, después de realizar diversos sacrificios y ofrendas se comprometían religiosamente con
un acto del que creían les defendería APOLO, y que serviría para olvidar sus penas y recobrar la
felicidad. De esta costumbre, que es verídica, hay constancia de que ninguna mujer la pudo pasar y que
pocos hombres lo consiguieron, entre ellos el poeta Nicóstrato. Cuando las caídas disminuyeron por la
peligrosidad del acto, los sacerdotes de la zona idearon un sistema de hilos al pie del peñasco que impedía
realizarse daños a los saltadores. Luego, como aún había personas recelosas de tal obra, se celebraban
todas las ceremonias como había costumbre pero el salto no lo realizaba una persona sino que se lanzaba
un cofre lleno de plata, y el valor era el mismo.


ECO: era una ninfa de la montaña a quien ZEUS persuadió para que entretuviera a su mujer HERA que,
terriblemente celosa, perseguía a su marido por todas partes. Eco se dispuso a cumplir lo acordado con
una charla incesante y HERA, enfadada, harta y aburrida quitó a Eco la capacidad de hablar. Desde
entonces, Eco sólo podía repetir la última sílaba de las palabras que oyera. El sufrimiento de Eco no
quedó aquí porque se enamoró de NARCISO y lo persiguió por todos lados: bosques, desiertos, mares o
fuentes. Sin embargo, Eco no podía confesar su amor a NARCISO, pero un día, cuando éste se apartó del
camino con el que paseaba con sus amigos y se internó en el bosque, NARCISO empezó a llamar
diciendo "¿hay alguien aquí?" y Eco respondía "Aquí, aquí". NARCISO contestó "Ven" y Eco
salió de entre los árboles con los brazos abiertos diciendo "ven, ven". NARCISO, a pesar de todo, al
verla, se negó a aceptar su amor con cruel desdén. Eco, que se lamentaba de su desdicha, pero también de
todos aquellos actos vergonzosos que había llevado a cabo en busca de la atención de NARCISO, se
escondió en la roca más profunda del bosque y allí se fue consumiendo hasta morir, aunque quedó su voz
y sus huesos, que fueron transformados en peñascos, para más horror de su final.


NARCISO: era un joven muy bello hijo del río Céfiso y de la ninfa Liríope. Debido a su gran belleza
todas las personas que le rodeaban, incluidos muchachos, se enamoraban de él pero Narciso rechazaba a
todos con idéntico desdén. Una de las mujeres que sufrió su abandono fue ECO, quien se consumió en
unas rocas intentando consolar su sufrimiento. A causa de los males que Narciso había provocado a ECO,
la diosa de la venganza divina, NÉMESIS, castigó a Narciso haciendo que se enamorara de sí mismo, a
través de su propia imagen reflejada en las aguas. Pasó el tiempo en este posición, y sujeto por su pasión,
terminó tirándose a las aguas y muriendo ahogado. Donde su cuerpo cayó creció una bonita flor que hizo
honor a su nombre y a su belleza. Sobre el sufrimiento causado a Eco véase ECO


BATO: era un pastor que trabajaba en los bosques del rey Neleo. Cuando HERMES, siendo joven, robó
el rebaño a APOLO, Bato fue el único testigo de tal suceso. Debido a ello, HERMES, temeroso de que le
denunciase le ofreció un ternero a cambio de su silencio, y Bato aceptó gustoso el trato. Sin embargo,
HERMES, que era sumamente cuidadoso y muy prudente, sospechó que el pastor no le sería muy fiel, así
que adoptó otra forma humana y se acercó a Bato ofreciéndole en buey y un vestido completo a cambio
de que le indicase lo sucedido y el lugar exacto donde HERMES había escondido los rebaños. Bato no
tardó en contarlo todo. HERMES, sumamente indignado por lo ocurrido lo convirtió en piedra de toque,
indiscreta como Bato y que no sabe ocultar nada porque pone de manifiesto la naturaleza de los metales al
frotarlos con su superficie. Sobre el robo del rebaño véase HERMES


LAS SIRENAS: eran el equivalente a las ninfas pero en el mar pues residían en la zona de Sicilia cerca
del cabo Pelore. Sus padres fueron CALÍOPE y el río Aqueloo, según unas versiones y Forcis o GEA
según otras. el número exacto de ellas no está totalmente claro, hay quien afirma que eran tres pero
también se dice que fueron cinco e, incluso ocho. El cuerpo de las sirenas, a pesar de que vivían en los
océanos y de lo que tradicionalmente se ha representado, estaba formado por un cuerpo de ave y un rostro
de mujer, por lo tanto, no tenían aletas, sino alas. Las sirenas detentaban una voz de inmensa dulzura y
musicalidad y se prodigaban en cantos cada vez que un barco se les acercaba, por lo que los marineros,
encantados por sus sonidos, cuando no podían huir de ellas se arrojaban al mar para oírlas mejor
pereciendo irremediablemente. Sin embargo, si un hombre era capaz de oírlas sin sentirse atraído por ellas
una de las sirenas debería morir. Fue esto lo que propició el héroe Odiseo, más conocido como Ulises.
Cuando Odiseo estaba viajando en barco en una de sus muchas hazañas halló a las sirenas y para evitar su
influjo ordenó a sus tripulantes, según consejo de CIRCE, que se taparan los oídos con cera para no poder
escucharlas mientras que él se ató al mástil del barco con los oídos descubiertos. De esta forma, ninguno
de sus marineros sufrió daño porque no oyeron música alguna mientras que Odiseo, a pesar de que había
implorado una y otra vez que lo soltaran se mantuvo junto al poste y pudo deleitarse con su música sin
peligro alguno. En consecuencia, una de las sirenas tuvo que perecer y esta suerte le sobrevino a la sirena
llamada Parténope. Una vez muerta las olas la lanzaron hasta la playa y allí fue enterrada con múltiples
honores. En su sepulcro se instaló después un templo. El templo se convirtió en pueblo, y finalmente el
lugar donde fue enterrada esta sirena se transformó en la próspera Nápoles, llamada antiguamente
Parténope. También existe otra leyenda acerca de las sirenas que afirma que los Argonautas también
sobrevivieron a su influjo porque Orfeo, que les acompañaba, cantó tan maravillosamente que anuló
completamente su seductora voz.


LAS LAMIAS: eran similares a las SIRENAS ya que como ellas vivían en el mar y atraían a los viajeros
gracias a su armoniosa voz. Sin embargo, tenían cuerpo de pez con una larga cola y en vez de manos
poseían unas fuertes garras con las que atacaban y devoraban a todas aquellas personas que se les
acercasen para admirar sus melodiosos cantos. Eran, pues, unos personajes extremadamente siniestros.


ENDIMIÓN: fue un joven de enorme belleza rey de Elis que, según diversas fuentes, pudo dedicarse a
las labores de pastor o de cazador. La versión más común es que era un pastor que trabajaba en el monte
Lamos en la región de Caria del que se enamoró SELENE, la diosa de la luna. Ésta lo visitaba cada día
cuando dormía en su cueva, y, a pesar de que le dio cincuenta hijas, Endimión yacía siempre en un
constante sueño que SELENE le había provocado para impedir que la abandonara. Según otras versiones
el sueño eterno de Endimión se debe a ZEUS quien le ofreció el sueño eterno como modo de mantenerse
siempre joven o en castigo por haberse enamorado de HERA, la mujer de ZEUS. También se ha afirmado
que ARTEMISA se enamoró de él pero sólo en la medida en que ésta y SELENE se confunden a menudo.
A pesar de todas estas leyendas, Endimión era un sabio astrónomo de la región citada que pasaba las
noches observando los astros mientras la luna iluminaba sus labores. Su arduo trabajo le hacía a veces
quedarse dormido. Los mitos refieren el sueño eterno en símbolo de que la ciencia y la sabiduría de un
hombre pueden convertirlo, a través de su memoria, en inmortal.


EL SACRIFICIO DE ALCESTES POR ADMETO: Alcestes era la bella hija de Pelias, rey de Yoco,
en Tesalia, y tenía muchos pretendientes que la pedían en matrimonio sin cesar. Su padre para evitar los
quebraderos de cabeza propios de la situación, juró que sólo entregaría la mano de su hija a aquel que
fuera capaz de montar en un carro tirado por dos bestias de diferente especie. Admeto, rey de Feras, logró
con la ayuda de APOLO, a quien antes había protegido, domesticar un león y un jabalí con los que
cumplió la voluntad de Pelias y montó el carro de Alcestes, quien se casó con él sin ningún pesar. Poco
tiempo después de la feliz boda, Admeto cayó gravemente enfermo pero el oráculo afirmó que salvaría su
vida si otra persona moría en su lugar. Alcestes, terriblemente enamorada, hizo acopio de todo su valor y
bebió un peligroso veneno como único método de salvar la vida de su esposo. Efectivamente Admeto se
recuperó y ese mismo día llegó a la región HERACLES, a quien Admeto dio grandes tributos y atendió
con toda la cortesía y hospitalidad. HERACLES, en agradecimiento, enterado de lo ocurrido, bajo a los
infiernos y allí, luchando con todos los dioses del Hades, pudo rescatar a Alcestes, quien regresó junto a
su marido.


EDIPO: fue un desventurado príncipe tébano, hijo de Layo y de Yocasta. Poco antes de que ambos se
casaran el oráculo de Delfos les advirtió de que "el hijo que tuvieran llegaría a ser asesino de su padre y
esposo de su madre". Layo, nada más nacer su primogénito encargó a un íntimo conocido que matase al
niño, pero dicha persona, dubitativa entre la lealtad al rey y el horror que le producía la orden
encomendada, perforó los pies del bebé y lo colgó con una correa de un árbol situado en el monte Citerón.
Forbas, un pastor de los rebaños del rey de Corintio escuchó los horribles lamentos y lloros del bebé y lo
recogió entregándoselo para su cuidado a Polibio, cuya esposa Peribea se mostró encantada con el bebé y
lo acogió amorosamente en su seno, dándole por nombre Edipo, que significa "el de los pies hinchados".
El joven Edipo tenía catorce años cuando se mostró enormemente ágil en todos los juegos gimnásticos
levantando la admiración de muchos oficiales del ejército que veían en él a un futuro soldado. Uno de sus
compañeros de juegos, corroído por la envidia que le producían las capacidades de Edipo le echó en cara,
para insultarle, que no era más que un hijo adoptivo sin honra ninguna. Ante tal hecho, Edipo,
atormentado por las dudas a menudo preguntó a su madre por su procedencia, pero Peribea que veía más
mal en la verdad siempre se esforzó en persuadir a Edipo de que ella era su auténtica madre. Edipo, sin
embargo, no estaba contento con sus respuestas y acudió al oráculo de Delfos, quien le pronosticó aquello
mismo que ya había dicho a los reyes de Tebas, aconsejándole además, que nunca volviese al lugar que le
había visto nacer. Al oír esas palabras Edipo prometió no volver jamás a su tierra, Corinto, y emprendió
camino hacia la Fócida. Estando en viaje se encontró a cuatro personas que viajaban en un carro, sobre el
cual se hallaba un viejo que amenazó con arrogancia a Edipo si éste no se apartaba del camino. Hubo una
disputa entre ambos, y, finalmente, Edipo mató con su espada al viejo anciano. Ese anciano era Layo, el
padre que nunca había conocido. La desgracia que sobre Tebas cayó con la muerte de su rey se vio
acrecentada con la aparición de la Esfinge, un horrible monstruo enviado por DIONISIO, o, según otras
versiones, por HERA. La Esfinge tenía cabeza, cara y manos de doncella, voz de hombre, cuerpo de
perro, cola de serpiente, alas de pájaro y garras de león y desde lo alto de una colina detenía a todo aquel
que osase pasar junto a ella haciéndole una compleja pregunta cuya ignorancia provocaba la muerte a
manos de la Esfinge. Los desgraciados eran ya miles. Creonte, hermano de Yocasta, y nuevo rey,
prometió dar la mano de su hermana, y, por lo tanto, el trono de Tebas a aquel que consiguiese descifrar
el enigma de la Esfinge. Dicho enigma era: "¿cuál es el animal que por la mañana tiene cuatro
pies, dos al mediodía y tres a la tarde?" (Otra formulación menos famosa de la cuestión es "¿cuál
es el ser que sin cambiar de forma es el único que tiene sucesivamente cuatro pies, dos y tres, siendo
menor su fuerza cuantos más pies tiene?"). Edipo que deseaba la gloria más que nada y que disponía de
una sagacidad sin límites dio respuesta al misterio de la Esfinge diciendo "el hombre que en su infancia
anda sobre sus manos y sus pies, en la edad viril solamente sobre sus pies y en su vejez ayudándose de un
bastón como si fuera un tercer pie". La Esfinge, enormemente furiosa porque alguien hubiera desvelado el
secreto, se suicidó abriéndose la cabeza contra una roca. Edipo se casó pues con Yocasta y vivieron
felices durante muchos años teniendo por hijos a Etéocles, Polinice, Antígona e Irmene. Sin embargo,
llegó el día en que una peste comenzó a arrasar toda la región, sin que tuviera remedio alguno, y el
oráculo de Delfos informó de que tal calamidad solo desaparecería cuando el asesino de Layo fuese
descubierto y echado de Tebas. Edipo animó concienzudamente las investigaciones como buen rey que
era pero éstas descubrieron lo que realmente había ocurrido: había matado a Layo, su padre y se había
casado con Yocasta, su madre. Según otras versiones, el asesinato se descubrió porque Edipo le enseñó a
Yocasta el cinturón del anciano al que había matado, y que Edipo robó por su valía. Yocasta, después de
este descubrimiento se suicidó y Edipo, abrumado por la gran tragedia, creyó no merecer más ver la luz
del día y se sacó los ojos con su espada. Sus dos hijos le expulsaron de Tebas y Edipo se fue al Atica
donde vivió de la mendicidad y como un pordiosero, durmiendo en las piedras. Con él viajaba Antígona
que le facilitaba la tarea de encontrar alimento y le daba el cariño que requería. Una vez, cerca de Atenas,
llegaron a Colono, santuario y bosque dedicado a las ERINIAS, que estaba prohibido a los profanos. Los
habitantes de la zona lo identificaron e intentaron matarlo pero las hermosas palabras de Antígona
pudieron salvar su vida. Edipo pasó el resto de sus días en casa de Teseo, quien le acogió
misericordiosamente. Otra versión afirma que murió en el propio santuario pero antes de expirar APOLO
le prometió que ese lugar sería sagrado y estaría consagrado a él y sería extremadamente provechoso para
todo el pueblo de Atenas.


LAS ARPÍAS O HARPÍAS: hijas de POSEIDÓN según unas versiones y de Taumante, hijo de Ponto y
GEA, según otras, las Arpías eran tres horribles monstruos alados con cabeza y pecho de viejas mujeres y
cuerpo y alas de garras de presa, en concreto, buitres. Las Arpías eran profundamente desagradables,
emanaban unos asquerosos efluvios y corrompían todos aquellos alimentos que tocaban. Existían una
gran cantidad de Arpías aunque no todas son conocidas. Entre ellas cabe nombrar a Aelo, que significa
"borrasca" y que se caracterizaba por su veloz vuelo, a Celeno, oscura como las nubes de las tormentas y
la más malvada de todas y a Ocípete, la que poseía la mayor furia. La localización geográfica de la
residencia de las Arpías es difusa, se pensaba que podían vivr en las islas Estrofiades, también llamadas
Islas del Regreso, dentro del Mar Jónico, o en pasadizos
subterráneos de Creta. Cuando las Arpías volaban eran
tremendamente veloces. Este hecho, unido a los males que
conllevaban, provocó que se las considerara similares a los
vientos tormentosos. Las Arpías fueron confundidas en
algunos momentos de su historia con las SIRENAS, con
las GÓRGONAS y con las Grayas, relaciones todas ellas
que vienen dadas por su maldad y deformidad y por
considerárselas a todas en grupos de tres. Uno de los
principales mitos en los que aparecen es en su tarea de
impedir alimentarse a FINEO. El origen histórico de las
Arpías es también complejo. Existen algunas fuentes que
consideran que se las identificó con una plaga de langosta que arrasó toda Asia Menor y después Grecia
causando grandes pérdidas humanas y problemas de malnutrición. También se las ha considerado
divinidades maléficas mensajeras de los vientos y en la creencia popular han sido vistas como vengadoras
divinas. Las Arpías, cuyo nombre sugiere la idea de "arrebatar" fueron también consideradas, en sus
inicios, unas hermosas mujeres, aunque esa imagen de ellas duró poco tiempo. Sobre los males causados a
Fineo véase FINEO.



TIRESIAS: fue uno de los más famosos videntes de toda Grecia, a pesar de que era físicamente ciego.
Dicha ceguera le fue provocado por ATENEA, a quien Tiresias encontró bañándose desnuda. Sin
embargo, ATENEA también le recompensó con el don de la profecía y le entregó un bastón o varita
mágica con el que Tiresias podía desenvolverse incluso mejor que cualquier otra persona. Tiresias, nacido
en Tebas era hijo de la ninfa Cariclea, que vivía en la corte de la diosa de la sabiduría. Una leyenda afirma
que Tiresias había vivido transformado una época en mujer y ZEUS y HERA le preguntaron que sexo
gozaba más con el amor. Tiresias respondió que, sin lugar a dudas, la mujer, y nueve veces más. HERA
se enojó enormemente y, según esa leyenda fue ella quien le causó la ceguera. ZEUS, por contra, le
prometió una larga vida, de tal forma que Tiresias vivió durante más de doscientos años. La muerte de
Tiresias sobrevino durante la guerra de los Epígones, mientras intentaba huir de su belicosidad. Fue el
único profeta que mantuvo sus poderes en el mundo de los infiernos. Entre sus hijos se contó Manto, que
retuvo los poderes proféticos de su padre.


EROS Y PSIQUE: Psique, también conocida como Psiquis, era la menor de las tres hijas de un rey de
Asia. Su hermosura no tenía comparación, pero por contra, su carácter era profundamente insufrible.
Había sido malcriada y ya nada podía formalizarla, incluso sus gustos eran tremendamente volubles, tal
una mariposa o el soplo de la brisa. Hubo un hermoso, joven, amable e inteligente príncipe, el propio dios
EROS que se enamoró profundamente de ello urdiendo un plan para conquistarla. Descubrió que lo de
que verdad atraía a Psique era la curiosidad, un estado que en ella se convirtió en pasión. Por eso, EROS
cubrió todos su actos de un gran misterio. EROS se apoderó de un hermoso bosque, en el que hizo
construir un enorme y suntuoso palacio en el que introdujo todo aquello que pudiese ser placentero para la
vista, que deleitase el oído o que halagase el olfato. Hasta allí fue atraída Psique y escuchó una voz que le
dijo: "tú eres la señora de este palacio, ordena lo que quisieres y serás inmediatamente obedecida". La
joven doncella no lo dudó un momento y empezó a solicitar diferentes presentes quedando enormemente
impresionada de los bellos muebles y telas que se le acercaban, los empalagosos perfumes que la
rodeaban, las frutas de exquisito sabor que degustaba y, sobre todo, los múltiples criados que se le
acercaban para servirle. La curiosa Psique quiso saber a quien debía tantos favores y preguntó a sus
hermanas, criadas, amigas y conocidas pero de ninguna obtuvo respuesta. De día, EROS permanecía
oculto y por la noche corría entre la hierba, se acercaba a Psique, la observaba y le pedía que le
prometiera que no se casaría con nadie más. Cuando EOS, la Aurora, despuntaba en el horizonte, EROS
desaparecía como había venido dejando en profundo tormento a Psique que no hacía más que preguntar
por su benefactor. Las hermanas de Psique, mientras, carcomidas por la envidia que les producía tantos
halagos y regalos por parte del misterioso príncipe, se regodeaban en su desesperación y la hacían
sospechar contra él diciendo que podría tratarse de un monstruo o vampiro que la mataría cuando tomara
confianza. Sus hermanas le facilitaron una lámpara y un puñal para que intentase descubrir a su amante y
lo matase si sus sospechas fuesen fundadas. Esa noche, cuando EROS estaba recostado en su diván
descansando, Psique se le acercó ansiosa intentado buscar el rostro de su bienhechor, cuando se acercó a
él y lo vio exclamó excitada "¡Dioses inmortales! ¡qué veo! ¿es éste el monstruo que tanto temía yo y que
mis hermanas me habían pintado con tan vivos colores? Es el mismo EROS, en la flor de su adolescencia.
¡Oh, felicidad infinita! Es él quien me pretende por esposa". En su regocijo Psique derramó cera de la
lámpara en el rostro de EROS quien se despertó y la contempló sobresaltado diciendo "Ingrata Psique.
Ahora me conoces ya. Tu felicidad dependía de tu ignorancia. Yo no puedo ser tuyo". En ese momento
todo el palacio desapareció y Psique quedó en un enorme desierto desolado en el que solo se oía el rumor
de una fuente. Psique intentó suicidarse allí pero las aguas la depositaron en la orilla. Entonces, Psique
acudió al oráculo de AFRODITA, madre de EROS, pero ésta, que estaba enormemente disgustada porque
había sido capaz de enamorar a EROS y celosa de su belleza, lejos de ayudarla la confinó a horribles
trabajos a los que Psique se dedicó rauda, pues pensaba que así podría pagar su culpa. Primero tuvo que
llenar un cántaro de agua cenagosa de una fuente guardada por cuatro dragones y después tuvo que cortar
un poco de lana de unos violentos carnero de lo alto de una larga cima. En su tercera encomienda,
AFRODITA encargó a Psique que fuera al inframundo a pedirle a PERSÉFONE un poco de su belleza en
una caja pero le indicó que no podía abrirla pues no merecía más atractivos. Psique consiguió lo que se le
encargó, pero cuando, muerta de curiosidad, abrió la caja, su cara se llenó de una negra ceniza y un espejo
le mostró su horrendo rostro. Psique cayó desmayada y fue llevada al altar de AFRODITA, desde donde
le dirigió una plegaria. Estando en este trance, se le apareció EROS, y la enormemente sorprendida y
exhausta Psique no pudo más que implorar perdón. EROS, enorgullecido por tanta muestra de sumisión le
quitó su máscara y la desposó, no habiendo nunca unión más perfecta ni más feliz. Para mayor regocijo,
ZEUS la convirtió luego en inmortal. Según otra versión, la gota de cera derramada sobre EROS le
deformó la cara y AFRODITA, en venganza, la mató, pero sobrevivió gracias a ZEUS. Esta última
versión no está muy extendida. La historia de Psique, contada magistralmente por Apuleyo, constituye un
precedente muy importante en toda la mitología clásica, pues es la primera vez en la que un amor entre un
dios y una mortal, lejos de basarse en la pasión, la sensualidad y el aspecto físico, tiene un trasfondo
enormemente espiritual pues Psique es la personificación del alma. Es ésta una historia de amor platónico.
EROS amaba a Psique y Psique amaba a EROS.


CULTOS Y CEREMONIAS

Los pueblos griegos y romanos conocían a la perfección a todos sus dioses y también todos sus mitos,
pero, al contrario de lo ocurre en la actualidad, cuando un espectador acude a ellos, las gentes de aquella
época veneraban a los dioses según sus rasgos, los cuales conocían a través de esas leyendas y cuentos.
Muchos de los métodos que empleaban en estas veneraciones eran realmente complejos y otros
meramente curiosos.

LAS VESTALES

Las Vestales: todos los dioses tenían a su disposición una casta propia de sacerdotes que se encargaban
del cuidado de sus respectivos templos. Sin duda, uno de los grupos de sacerdotisas más destacado sea el
de las Vestales, jóvenes consagradas a la diosa VESTA, conocida en Grecia como HESTIA. La selección
de las Vestales, cuyo número pasó de cuatro a seis, correspondía en un principio a los reyes pero después
esa atribución se le trasladó a los pontífices. Las Vestales debían ser niñas de entre seis y diez años
pertenecientes a una clase social libre y no podían tener ningún defecto físico. Cuando eran aceptadas se
les cortaba el cabello y se las vestía con una gran túnica blanca llevando en sus quehaceres diversos tipos
de velos. Las Vestales debían cuidar de que jamás se apagase el fuego eterno del templo de VESTA
porque éste representaba el porvenir del imperio. Si alguna vez el fuego se extinguía las Vestales recibían
severas palizas y todo el mundo entraba en profunda depresión y pánico ante lo que pudiera suceder hasta
que los sacerdotes reavivaban de nuevo el fuego usando directamente los rayos del sol. Las Vestales
debían guardar un total celibato y tanto las adúlteras como los hombres que abusaran de ellas eran
castigados con la pena de muerte. La muerte de las Vestales no era, sin embargo, igual a las del resto: en
medio de espantosas ceremonias en las que se recordaba a las divinades más malignas, la Vestal castigada
debía bajar a su propia tumba, donde se la encerraba con una lamparilla, algo de aceite, un pan, agua y
leche. Así pues, la infornutada moría de inanición. A pesar de todos estos horrores, las Vestales que
cumplían su deber recibían múltiples honores. Todos los magistrados, y por supuesto, las gentes de menor
clase les cedían el paso. Su palabra era digna de crédito por sí sola en los juicios y si se encontraba por la
calle un reo solo con afirmar que el encuentro era fortuito, éste quedaba en libertad. Todos los secretos
del estado le eran confiados y también se les reservaba el mejor sitio en el circo. Además, todos sus gastos
eran responsabilidad del Estado de por vida. Después de treinta años consagradas a esta labor, podían
abandonar sus funciones y casarse, pero perdida su juventud, la mayoría se quedaba al cuidado de las
novicias que allí ingresaban.

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