lunes, 29 de septiembre de 2008

Julio Cortázar


Jules Florencio Cortázar (Ixelles, Bruselas, Bélgica, 26 de agosto de 1914 - París, Francia 12 de febrero de 1984) fue un escritor e intelectual argentino, considerado uno de los autores más innovadores y originales de su tiempo, maestro del relato corto, la prosa poética y la narración breve en general, comparable a Jorge Luis Borges, Anton Chejov o Edgar Allan Poe, y creador de importantes novelas que inauguraron una nueva forma de hacer literatura en Latinoamérica, rompiendo los moldes clásicos mediante narraciones que escapan de la linealidad temporal y donde los personajes adquieren una autonomía y una profundidad psicológica pocas veces vista hasta entonces.

Nacimiento e infancia

Nació en la embajada de Argentina en Bélgica, en Ixelles, distrito de Bruselas, el 26 de agosto de 1914. Nacimiento de Julio Florencio Cortázar, hijo de Julio Cortázar y María Herminia Descotte. "Mi nacimiento (en Bruselas) fue un producto del turismo y la diplomacia", declaró años después. En ese entonces Bruselas estaba ocupada por los alemanes. Siempre se afirmo cierta relación de su padre con el cuerpo diplomático argentino; sin embargo, Eduardo Montes-Bradley en Cortázar sin barba (Random House Mondadori, Debate, 2004), dice que estos datos son producto de la mitología familiar, al igual que el supuesto y posterior abandono del padre. Sus padres, María Herminia Descotte y Julio José Cortázar, eran argentinos. Hacia fines de la Primera Guerra Mundial, los Cortázar lograron pasar a Suiza gracias a la condición alemana de la abuela materna de Julio, y de allí, poco tiempo más tarde a Barcelona, donde vivieron año y medio. Jugó con frecuencia en el Parque Güell con otros niños y las mayólicas coloridas perduraron en su memoria. A los cuatro años volvieron a Argentina y pasó el resto de su infancia en Banfield, Buenos Aires, junto a su madre, una tía y Ofelia, su única hermana (un año menor que él). Vivió en una casa con fondo (Los Venenos, Deshoras, están basados en sus recuerdos infantiles), pero no fue totalmente feliz. “Mucha servidumbre, excesiva sensibilidad, una tristeza frecuente”. (Carta a Graciela M. de Sola, París, 4 de noviembre de 1963). Conoció, gracias a su madre, al escritor a quien admiraría por el resto de su vida: Julio Verne.

“Pasé mi infancia en una bruma de duendes, de elfos, con un sentido del espacio y del tiempo diferente al de los demás” (revista Plural n°44, México 5/1975). Cortázar fue un niño enfermizo y pasó mucho tiempo en cama, por lo que la lectura fue su gran compañera. Su madre le seleccionaba lo que podía leer, convirtiéndose en la gran iniciadora de su camino de lector, primero, y de escritor después. Declaró: ”Mi madre dice que empecé a escribir a los ocho años, con una novela que guarda celosamente a pesar de mis desesperadas tentativas por quemarla” (revista Siete Días, Buenos Aires, 12/l973). Leía tanto que algún médico llegó a recomendarle leer menos durante cinco o seis meses y salir más a tomar un poco de sol. Muchos de sus cuentos son autobiográficos, como Bestiario, Final del juego, Los venenos o La Señorita Cora, entre otros.

Juventud

Se recibe de Maestro Normal en 1932 y Profesor Normal en Letras en 1935 en la Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta, de aquellos años surgieron La Escuela de Noche (Deshoras). En aquella época, comenzó a frecuentar los estadios a ver box, donde ideó una especie de filosofía del box “eliminando el aspecto sangriento y cruel que provoca tanto rechazo y cólera” ("La fascinación de las palabras"). Admiraba al hombre que siempre iba para adelante y a pura fuerza y coraje conseguía ganar (Torito, Final del juego).

Un día caminando por el centro de Buenos Aires, se topó con un libro de Jean Cocteau, un total desconocido para él hasta aquel momento, titulado Opio, Diario de una desintoxicación. Aquella lectura lo marcaría para el resto de su vida: “sentí que toda una etapa de vida literaria estaba irrevocablemente en el pasado… desde ese día leí y escribí de manera diferente, ya con otras ambiciones, con otras visiones” (“La fascinación de las palabras”, 1997).

Comenzó en la Universidad de Buenos Aires la carrera de Filosofía y Letras, pero comprendió que debía utilizar el título que ya tenía para trabajar y ayudar a su madre. Dictó clases en Bolívar y luego en Chivilcoy. Vivió en cuartos solitarios de pensiones aprovechando todo el tiempo libre para leer y escribir ("Distante espejo").


Primeras publicaciones

En el año 1938, con una tirada de 250 ejemplares, Julio Cortazar editó el poemario Presencia bajo el seudónimo de Julio Denis.

En una entrevista con Elena Poniatowska para la revista el nº 44 México de mayo de 1975 confesó: ”fueron mis años de mayor soledad. Fui un erudito, toda mi información libresca fue de esos años, mis experiencias fueron siempre literarias. Vivía lo que leía, no vivía la vida. Leí millares de libros encerrado en la pensión: estudié, traduje. Descubrí a los demás solo muy tarde”. A partir de Julio de 1944 enseñó en Mendoza literatura francesa y de Europa septentrional en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo.

Pocos meses después renunció a su cargo por desavenencias con el peronismo y su política universitaria. Se empleó en la Cámara del Libro en Buenos Aires y realizó trabajos de traducción. Hacia 1947 escribió "Casa tomada", el primer cuento de la serie de Bestiario, que una amiga le envió a Jorge Luis Borges, quien lo publicó en la revista Anales de Buenos Aires (con dos dibujos de su hermana Norah) comenzando así una relación infrecuente con él.

Luego le solicitaría más textos para su revista, siendo publicados “Los Reyes” y “Las puertas del cielo”. Cortázar manifestó en diversas ocasiones que comenzó a escribir cuentos por Edgar Allan Poe, quien “me enseñó lo que es la gran literatura y lo que es el cuento” (Plural n° 44, México, 5/1975). En el año 1948 se recibió de traductor público de inglés y de francés. En 1950 terminó de escribir “El examen”, que ningún editor se animó a publicar por su lenguaje ofensivo. En 1951, a los 37 años de edad, se instaló definitivamente en París, ya que había recibido una beca del gobierno francés para estudiar 10 meses en París, de octubre a julio de 1952. Dicha beca consistía en investigar la novela y la poesía francesa contemporánea en sus conexiones con las letras inglesas. Tenía una vasta experiencia como traductor, había traducido a Gilbert Keith Chesterton, André Gide, las cartas de Keats, Marguerite Yourcenar, entre otros. Obtuvo trabajo de traductor en la UNESCO y de ello vivió varios años. Cortázar se establece definitivamente en París y entabla una relación de amistad con los artistas argentinos Julio Silva y Luis Tomasello con quienes relizaría varios proyectos conjuntos [1].

Aurora

Se casó con Aurora Bernárdez en 1953, una traductora argentina. Vivían en París en condiciones económicas penosas y le surgió el ofrecimiento de traducir la obra completa, en prosa, de Edgar Allan Poe para la Universidad de Puerto Rico. Dicho trabajo sería considerado luego por los críticos como la mejor traducción de la obra del escritor estadounidense. Juntos se fueron a vivir a Italia por el año que demoró el trabajo y luego viajaron a Buenos Aires en barco y se pasó el trayecto escribiendo en su máquina portátil para una nueva novela. “La revolución cubana… me mostró de una manera cruel y que me dolió mucho el gran vacío político que había en mí, mi inutilidad política… los temas políticos se fueron metiendo en mi literatura...” ("La fascinación de las palabras"). En 1963 visitó Cuba invitado por Casa de las Américas para ser jurado en un concurso. Ya nunca dejaría de interesarse por la política latinoamericana. En ese mismo año aparece lo que sería su mayor éxito editorial y le valdría el reconocimiento de ser parte del boom latinoamericano Rayuela, la que se convirtió en un clásico de la literatura argentina. Según declaró en una carta a Manuel Antín en agosto de 1964, ese no iba a ser el nombre de su novela sino Mandala: "de golpe comprendí que no hay derecho a exigirle a los lectores que conozcan el esoterismo búdico o tibetano"; pero no estaba arrepentido por el cambio.

En 1967, rompe su vínculo con Bernárdez y toma por pareja a la lituana Ugné Karvelis, con quien nunca contrajo matrimonio, pero quien le inculcó un gran interés por la política. Tras la muerte de Carol Dunlop, la última esposa de Cortázar, Aurora Bernárdez lo acompañaría durante su enfermedad. Actualmente ella es la única heredera de su obra publicada y de sus textos inéditos.

Cortázar social

Los derechos de autor de varias de sus obras fueron donados para ayudar a los presos políticos de varios países, entre ellos Argentina. En una carta a su amigo Francisco Porrúa de febrero de 1967, confesó: "el amor de Cuba por el Che me hizo sentir extrañamente argentino el 2 de enero, cuando el saludo de Fidel en la plaza de la Revolución al comandante Guevara, allí donde esté, desató en 300.000 hombres una ovación que duró diez minutos". Esa fascinación por Cuba y su revolución no duraría eternamente.

En noviembre de 1970 viajó a Chile, donde se solidarizó con el gobierno de Salvador Allende y pasó unos días para visitar a su madre y amigos, “y ahí el delirio fue una especie de pesadilla diurna” contó en una carta a Gregory Rabassa.

En 1971 fue "excomulgado" por Fidel Castro, junto a otros escritores, por pedir información sobre el arresto del poeta Heberto Padilla. A pesar de su desilusión con la actitud de Castro, siguió de cerca la situación política de latinoamérica. En 1973, fue galadornado con el Premio Médicis por su Libro de Manuel y destinó sus derechos a la ayuda de los presos políticos en Argentina. En 1974, fue miembro del Tribunal Bertrand Russell II reunido en Roma para examinar la situación política en América Latina, en particular las violaciones de los Derechos Humanos.

Su obra poética

A pesar de ser reconocido por su narrativa, escribió gran cantidad de poemas en prosa (en libros mixtos como Historias de cronopios y de famas, Un tal lucas, Último Round); e incluso poemas en verso (Salvo el crepúsculo, Prosa del observatorio). Colaboró en muchas publicaciones en distintos países, grabó sus poemas y cuentos, escribió letras de tangos (por ejemplo con el Tata Cedrón) y le puso textos a libros de fotografías e historietas.

Carol Dunlop

Con su tercera pareja y segunda esposa, la escritora canadiense Carol Dunlop, realizó numerosos viajes, uno de los primeros fue a Polonia, donde participó de un congreso de solidaridad con Chile. Otro de los viajes que hizo junto a Carol Dunlop fue plasmado en el libro Los Autonautas de la Cosmopista que cuenta el trayecto de la pareja por la autopista París-Marsella.

Nicaragua

En 1976, viaja a Costa Rica donde se encuentra con Sergio Ramírez y Ernesto Cardenal y emprende un viaje clandestino y plagado de peripecias hacia la localidad de Solentiname en Nicaragua. Este viaje lo marcará para siempre y será el comienzo de una serie de visitas a este país.

Justamente luego del triunfo de la revolución sandinista viaja reiteradas veces a dicho país y conoce de cerca el proceso y la realidad nicaragüense y latinoamericana. Estas experiencias darán como resultado una serie de textos que serán recopilados en el libro Nicaragua, tan violentamente dulce.

Enfermedad y muerte

En agosto de 1981 sufrió una hemorragia gástrica y salvó su vida por milagro. Nunca dejó de escribir, fue su pasión aún en los momentos más difíciles. En 1983, vuelta la democracia en Argentina, Cortázar hace un último viaje a su patria, donde es recibido cálidamente por sus admiradores, que lo paran en la calle y le piden autógrafos, en contraste con la indiferencia de las autoridades nacionales. Después de visitar a varios amigos, regresa a París. Poco después le es otorgada la nacionalidad francesa.

Carol Dunlop falleció el 2 de noviembre de 1982, sumiendo a Cortázar en una profunda depresión. Julio murió el 12 de febrero de 1984 a causa de una leucemia. Fue enterrado en el cementerio de Montparnasse, en la misma tumba donde yacía Carol; es tradicional dejar una copa o un vaso de vino y una hoja de papel o un tiquete de metro con una rayuela dibujada junto a la tumba de Cortázar.


Reconocimiento

En Buenos Aires, la pequeña plaza situada en la intersección de las calles Serrano y Honduras también lleva su nombre. En 2006 los alumnos de la escuela secundaria básica Nº 13 mediante un voto, deciden nombrar a la institución "Julio Cortázar", en honor a él. La escuela pertenece al partido de Ituzaingó, Gran Bs.As., zona oeste. En Capital Federal, el colegio secundario Nº 1 D.E 12, situado en Flores, también lleva su nombre.

En 2007 el alcalde socialista de París, Bertrand Delanoë dio oficialmente el nombre de Plaza Julio Cortázar a la pequeña plazoleta en el extremo occidental de la Île Saint Louis donde transcurre el relato Las Babas del Diablo.

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